Revista Salud y Bienestar

Sol, aire acondicionado, contaminación y cloro, un riesgo para los ojos

Por Meprotejodelsol @meprotejodelsol
Sol, aire acondicionado, contaminación y cloro, un riesgo para los ojosLa exposición constante al sol y al cloro en verano puede ocasionar problemas en los ojos a corto y largo plazo, así como la contaminación del aire, el polen, el aire acondicionado o la arena de la playa.El verano es la época del año en la que más sufren los ojos y, por tanto, hay que tener especial cuidado, sobre todo aquellas personas que suelen tener infecciones, ojo seco o usan lentes de contacto o el llamado 'pterigium', un trastorno que conlleva un crecimiento irregular de la conjuntiva que invade la córnea.
Un estudio llevado a cabo en centros de España, Francia, Suiza y Reino Unido, indica que los efectos crónicos de los rayos ultravioleta sobre la córnea y el cristalino son acumulativos, por lo que en los niños es muy importante la protección ya que la transmisión es más alta a una edad más joven. Además, no solo deben protegerse los ojos con las gafas de sol, sino que es necesario limpiar las lentes y el cuidado tópico de los párpados.
Es recomendable el uso de gafas de sol que cumplan con la Normativa Europea de Seguridad Visual, así como usar protector solar alrededor de los ojos e incluso gafas de buceo que protejan de los rayos UVA.
Los alérgicos pasan peor sus vacaciones en ambientes secos.

Otros de los factores de riesgo que pueden causar afecciones oculares son la arena de la playa, la contaminación del aire o el polen es recomendable que aquellos que son alérgicos o propensos a sufrir conjuntivitis eviten pasar sus vacaciones en ambientes secos o con mucha vegetación.Por su parte, el aire acondicionado puede provocar que se resequen las mucosas y desarrollar el síndrome del ojo seco, por lo que es importante mantenerse alejado del foco que lo expulsa, y tener precaución en lugares donde se pasa más tiempo como en casa, la oficina o el coche.

Por último, el baño en playas, piscinas, ríos o pantanos también supone un riesgo para la salud de los ojos, ya que elagua pueden ser un foco de infección o irritación, bien por los gérmenes o bacterias que pueden contener los ríos, playas o pantanos, pues ya sabemos que hay mucha contaminación ambiental, o por los productos químicos, como el cloro, utilizados para depurar las de las piscinas.

Los síntomas principales que pueden aparecer en caso de bañarse sin gafas de natación o abriendo los ojos debajo del agua son: enrojecimiento, escozor, sensación de arenilla y cuerpo extraño, lagrimeo o hipersensibilidad a la luz, añadiendo que puede terminar en una infección como la conjuntivitis o, más grave, la queratitis (inflamación que afecta a la córnea).


Aquí os dejamos unos consejos para proteger los ojos este verano
Llevar gafas de sol siempre: Aunque la mayoría de las personas las llevan, volvemos a recordarles que debes llevarlo en todo momento, aún más cuando te expongas varias horas al sol. Las gafas  deben  ser compradas en ópticas y no en tiendas de moda, ya que algunos son solo un bonito diseño.
No confíes en las imitaciones: Unas gafas de mala calidad pueden costarte más económico, pero pueden provocar daños en los ojos.
Parpadea varias veces cuando estés en la playa: En este lugar siempre hay viento y es común que la arena se introduzca en los ojos por eso es recomendable cada tanto parpadear varias veces para que se elimine cualquier suciedad del ojo.
Evita las lentillas o lentes de contacto: No es recomendable que asistas a la playa ni a la piscina con lentes de contacto, la arena, el cloro o el agua junto al lente puede provocar lesiones en el ojo.
Lava tus ojos: Es importante que siempre tengas en tu bolso una botella con agua mineral para que puedas enjuagar tus ojos después de salir de la piscina o de la playa, para eliminar el cloro, la arena y el agua salada del mar, esto evitará la irritación.

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