Revista Salud y Bienestar

La alimentación saludable, el dolor físico y la depresión – ¿Cómo se relacionan?

Por Eurbin

alimentación saludable

Durante las últimas décadas, las personas se han vuelto más conscientes de sus hábitos alimenticios, y muchos de ellos han decidido cambiar su estilo de vida y mantener una alimentación saludable. Sin embargo, la mayoría de las veces, se hicieron estos cambios con un solo propósito: el de perder peso para lucir bien.

La alimentación saludable es más que eso, como lo descubrirá en este artículo. De hecho, la alimentación saludable (o, más bien dicho, una alimentación poco saludable) es la base de muchos problemas relacionados con la salud que puede no haber pensado.

En primer lugar, vamos a empezar con la descripción de uno de los más misteriosos síndromes de nuestra época: la fibromialgia. Este síndrome no tiene causas reales conocidas y sus síntomas a veces pueden ser muy engañosos para los diagnósticos.

Por supuesto, la investigación ha sido y está siendo hecha, y varias teorías relacionadas con las causas de este síndrome surgieron de la labor de los especialistas. Aún así, todavía no hay una respuesta clara y universalmente reconocida (o, al menos, una respuesta que sea reconocida por la mayoría de las personas).

La fibromialgia se caracteriza por una gran cantidad de síntomas muy diferentes que afectan a todas las áreas del cuerpo del paciente. Sin embargo, el más punzante es el dolor crónico que puede aparecer a un nivel neurológico, a nivel de la estructura ósea, así como a nivel del sistema digestivo.

Además, todo el proceso de diagnóstico es muy difícil debido a que estos síntomas a veces pueden solaparse casi 100% a los de otras condiciones médicas. La artritis reumatoide, el síndrome de la fatiga crónica, el lupus y la enfermedad de Lyme son sólo algunas de estas condiciones médicas comúnmente mal diagnosticadas.

Entre ellos, la depresión juega un papel importante desde muchos puntos de vista. La primera razón, que es tan importante, es el hecho de que, durante mucho tiempo la fibromialgia ha sido erróneamente diagnosticada como una forma de trastorno depresivo. Esto sucedió, en primer lugar, porque ya se sabía que la depresión puede causar dolor físico y diversos tipos de anomalías en el cuerpo del paciente.

En segundo lugar, esta idea fue ampliamente difundida porque otros síntomas típicos de la fibromialgia se superponen considerablemente con los de la depresión.

Sin embargo, las investigaciones más recientes han demostrado que la fibromialgia es un síndrome totalmente diferente. Aunque su relación con la depresión, todavía no está muy claro. Algunos de los especialistas en este campo consideran que la depresión puede llegar a desencadenar la fibromialgia. Esta teoría se basa en la idea de que la depresión puede causar desequilibrio a nivel del cerebro.

Estos desequilibrios pueden, a su vez, dar lugar a una anomalía en la forma en que el cerebro está percibiendo el dolor. Asociadas con el estrés, así como otros factores ambientales, estas anomalías son, según esta teoría, la causa que conduce al desarrollo de la fibromialgia.

Otros especialistas, por otro lado, creen que la depresión es en realidad un efecto de la fibromialgia. Vivir con un síndrome de este tipo puede ser muy difícil, especialmente cuando el nivel de dolor es muy alto. Algunas repercusiones de tratar con la fibromialgia incluyen tener que someterse a un tratamiento de forma permanente, teniendo que aislarse a sí mismo, como un paciente de fibromialgia, del trabajo, de amigos y familiares, así como padecer de noches de insomnio.

Todo esto, con el tiempo, puede conducir al paciente a una sensación de estar profundamente entristecido, desanimados e incluso sentirse inútiles, los cuales son los síntomas más comunes del desarrollo de un trastorno depresivo.

Aunque no está claro si la depresión es una consecuencia o una causa de la fibromialgia, la mayoría de los médicos analizan el estado de ánimo del paciente y, en caso de necesitarlo, van a recetar medicamentos anti-depresivo para ayudarles a aminorar sus síntomas.

Ahora puede entender cómo el dolor físico en forma de fibromialgia está relacionado con depresión crónica. Aún así, ¿cómo están ambos relacionados con la alimentación saludable?

Al principio del artículo se ha mencionado que una dieta sana puede influir en el desarrollo de diversas formas de condiciones médicas. La fibromialgia es una de éstas.

Libro Fibromialgia

En primer lugar, no tener una alimentación saludable puede empeorar bastante su condición. Proporcionar a su cuerpo una nutrición adecuada es crucial para mejorar ciertos síntomas de la fibromialgia, como el colon irritable, el bajo nivel de energía, los malos patrones de sueño, y así sucesivamente. Por otra parte, el consumo de alimentos ricos en aditivos irritarán su sistema digestivo.

El consumo de alimentos ricos en grasas saturadas disminuirán, aún más, su nivel de energía. Los dulces, utilizados como energizantes que pueden funcionar por un momento, pero finalmente disminuirán los niveles generales de energía. En cuanto a los productos a base de cafeína, se debe evitar a toda costa, especialmente si sufre de insomnio o del síndrome de piernas inquietas, porque sólo te harán sentir más agitado y menos lleno de energía al día siguiente.

Personas depresivas también deben tener en cuenta los beneficios de una alimentación saludable, sin importar si sufren también de fibromialgia o no. Las frutas y verduras, los pescados grasos, frutos secos y comidas caseras, le harán sentirse mejor y verse mejor. En consecuencia, su estado de ánimo en general mejorará por mucho.

Además de una alimentación sana, el ejercicio es muy importante también. No sólo se beneficiará de él físicamente, debido a que estudios han demostrado que el ejercicio adecuado puede aumentar los niveles de serotonina, también conocida como la “hormona de la felicidad”. Para los pacientes que sufren de fibromialgia, el ejercicio puede parecer una cosa imposible de hacer, pero siempre y cuando se mantenga de bajo impacto, sólo se obtendrán beneficios y no va a experimentar dolor durante la ejecución ni tampoco después.

La fibromialgia, así como la depresión, son muy comúnmente percibidas como bastante misteriosas y, definitivamente, conectadas entre sí. Lo que las hace tan cercanas, aún no se ha demostrado científicamente, pero las encuestas muestran que casi siempre se unen en una forma u otra.

Además, no existe una cura real para cualquiera de ellas y su mejora está, en su mayor parte, relacionada con el cambio del estilo de vida. Una alimentación saludable y el ejercicio no son sólo para aquellos que están tratando de perder peso y no son sólo para los que sufren de enfermedades cardíacas, son también para aquellos que se enfrentan a otros tipos de condiciones médicas (entre los cuales la depresión y la fibromialgia son sólo dos ejemplos de entre muchos, muchos más).


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