Estamos en pleno otoño, las noches son más largas y se aproximan los meses más fríos, en estas circunstancias algunos animales silvestres se acercan a nuestros pueblos en busca de calor y alimento. Hoy hablaremos de una araña que empieza a buscar refugio en nuestros garajes y trasteros para beneficiarse del calor de nuestras casas. Aunque su hábitat natural son las zonas boscosas, praderas, montañas, montes pelados y humedales.
Nuestra protagonista es una tarántula, la mayor araña de Europa, conocida comúnmente como araña lobo (Lycosa tarantula). Son animales muy singulares, excelentes corredoras y poseen una visión impecable aunque no pueden mover ninguno de sus ocho ojos, pero gracias a como están situados en sus anatomía obtienen una visión periférica excelente para moverse por el entorno, atrapar sus presas y evitar depredadores. Su color puede ser desde pardo hasta gris oscuro y es muy común que tengan una mancha en forma de guitarra en el abdomen.
La hembra de la araña lobo vive la mayor parte de su vida en su cueva, desde la que caza agazapada en la entrada. Sin embargo, los machos recorren el territorio en busca de hembras y presas. Su alimentación es principalmente insectívora y sus técnicas de caza son muy variadas, puede perseguir a su presa o bien esperar su oportunidad emboscada preparada para abalanzarse sobre ella. La cueva es una galería vertical que puede llegar a una profundidad de 30 cm y su entrada suele estar forrada de hierbas y palitos unidos con seda, formando un pequeño embudo, la altura del embudo sirve al macho para evaluar la idoneidad de una hembra. además les indica las probabilidades de ser devorado por la hembra después de la copula, puesto que cuanto más alta sea la protección, mejor alimentada está la araña hembra y menos posibilidades hay de que esté hambrienta y así sobrevivir después del apareamiento.
Por lo que resulta curiosa la leyenda negra que existe sobre su picadura desde tiempos remotos. Durante la Edad Media, se creía que para curarse de la "locura" que producía el veneno de la picadura de la araña lobo, había que bailar. En Italia de esta superstición nació en baile de la "Tarantela".
En España hay una tradición parecida, pero para que la persona picada por la araña lobo bailara se usaban algunos bailes populares, como jotas y fandangos, tocados a un ritmo más vivo de lo habitual. Como testimonio de esta superstición, en la zarzuela "La Tempranica", el personaje del gitanillo Grabié canta mientras baila un zapateado:
"...Zerá que a mi me ha picao
la tarántula dañina,y por eso me he quedao
más dergao que una sardina.
¡Te coman los mengues,
mardita la araña
que tié en la barriga
pintá una guitarra!
Bailando se cura tan jondo doló.
¡Ay! ¡Mal haya la araña que a mí
me picó..."
Otras curiosidades de la araña lobo:
- Al igual que los ojos de los gatos, los ojos de la araña lobo son capaces de reflejar la luz en ambientes de poca iluminación.
- La velocidad que alcanza una araña lobo es de 2'16 Km/h.- Las arañas lobo son capaces de recorrer distancias cortas sobre el agua.