Habiéndose conmemorado ayer los 120 años del natalicio de Honorio Delgado, y laborando yo en el Instituto Nacional de Salud Mental que ostenta precisamente el nombre del egregio psiquiatra, no podía pasar por alto la memoria de este evento.
Y es que suele soslayarse que Honorio Delgado, si bien accedió a la plena universalidad por la trascendencia de su pensamiento y obra y la estatura de su magisterio académico y moral, fue de nacionalidad arequipeña y no peruana.
En nuestro instituto labora una selecta congregación de colegas que ostentan asimismo pasaporte arequipeño y podemos dar fe de su ostensible orgullo por el terruño que los vio nacer.
¿Quién no conoce Arequipa en el Perú? Físicamente uno puede no haber viajado allí pero su nombre no es ajeno para nadie y su nombradía alcanza a todos.
Arequipa, ubicada a 1000 km al sur de Lima y a una altitud de 2335 m.s.n.m. ha sido ponderada por la hermosura de relicario de su campiña, la enormidad de su tierra agreste, la imponente presencia del cinturón de altos volcanes coronados de nieve que la circunda, y esto, adunado a la violencia de sus terremotos, la rebeldía de sus gentes ante el reto geográfico y las características particulares de su desarrollo socioeconómico, han labrado el carácter de los arequipeños quienes extienden su altivez de modo casi congénito a todos los retos de la vida. Arequipa, cargada de tesoros artísticos e historia, ennoblecida por cédulas reales de España durante la colonia y distinguida por su indómita actitud durante la época republicana, ha recibido justificadamente el título de "Ciudad Caudillo".
Y en esta ciudad vio la luz Honorio Delgado hace 120 años. Su discípulo Javier Mariátegui evoca acerca del vínculo de Honorio con su lar natal: "la añoranza del paisaje, de su campiña, lo acompañó siempre. Huía de Lima en busca de claridad, de algo que asemejara siquiera al cielo arequipeño (...) Sentía un entrañable amor al terruño, evocación nostálgica consistente y un ansia permanente de retorno en busca de la atmósfera espiritual característica de su ciudad."
Del inhallable opúsculo editado por Mariátegui, Quiroz, León, Rey de Castro y Alarcón: Tiempo, sabiduría plenitud. Estudios sobre la vida y la obra de Honorio Delgado, impreso por la Universidad Peruana Cayetano Heredia en 1996, extraemos el ensayo "La Arequipa de Honorio Delgado Espinoza: 1892-1915", de autoría de Eusebio Quiroz Paz Soldán.
Tras la lectura del texto, donde se comenta e ilustra la acendrada influencia de Arequipa en los años formativos tempranos de Honorio Delgado, queda más clara aquella frase que un día escuchamos a una dilecta colega arequipeña: "No en vano se nace al pie de un volcán..."
La Arequipa de Honorio Delgado
NB. Las imágenes de Arequipa antigua circulan en internet sin créditos precisos aunque la tercera se atribuye a Martín Chambi.
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ENLACE:
- El interesante y recomendable blog: Diálogos con Honorio Delgado.
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