Revista Expatriados

La arquitectura regional y el Mar del Sur de China

Por Tiburciosamsa

En las relaciones internacionales la línea que separa una idea genial de una chorrada monumental es tan fina, que sólo un gran hombre de estado puede verla. Para los que no somos grandes hombres de estado la única manera de distinguir entre ideas geniales y chorradas monumentales es viendo cómo funcionan en la práctica.
Una de esas ideas geniales o chorradas monumentales es la de la arquitectura regional. Es decir, la idea de que los temas políticos, de seguridad y de defensa son demasiado complicados como para dejárselos a los solos estados y es preciso crear instituciones de carácter regional que los aborden. Después de Europa es Asia donde más se ha avanzado en cuestiones de arquitectura regional. Y en Asia tenemos algunos conflictos territoriales que pueden servirnos de banco de pruebas para ver si lo de la arquitectura regional es una idea genial o una chorrada monumental. Tomemos el caso del Mar del Sur deChina.
El conflicto del Mar del Sur de China es uno de los conflictos internacionales más complicados de la actualidad, lo que es mucho decir viendo cómo está el patio. El MSC tiene una extensión de 3 millones y medio de kilómetros cuadrados. Se piensa que alberga importantes reservas de hidrocarburos. Es una arteria vital para la navegación internacional. Nada menos que seis países (China y los siguientes cinco países de la ASEAN: Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia y Vietnam) tienen reivindicaciones sobre el mar y otras dos potencias andan metiendo las narices, EEUU y la India.
¿Qué hubiéramos tenido si no existiese una arquitectura regional en Asia? Un gigante, China, y cinco enanitos a verlas venir. ¿Qué tenemos con una arquitectura regional en Asia? Un gigante y cinco enanitos a verlas venir, sólo que ahora el gigante se tienta un poco la ropa porque hay gente mirando.
Los países de la ASEAN han hecho lo obvio: tratar de negociar en grupo con China, que así todos juntos y haciendo bulto la diferencia de tamaños se nota menos. De alguna manera la estrategia les funcionó y en 2002 lograron firmar con China una Declaración de Conducta en el Mar del Sur de China. La Declaración es todo lo bonita que suelen ser los documentos que no son jurídicamente vinculantes. Dice que todas las partes resolverán sus controversias por medios pacíficos, sin recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza, conforme al Derecho Internacional. También dice que las partes elaborarán un Código de Conducta.  Ahora bien, ese Código de Conducta sería vinculante, como es lógico. ¿Sorprenderá si digo que en estos diez años no se ha logrado elaborar el famoso Código?
En estos diez años han pasado muchas cosas en el Mar del Sur de China y, sobre todo, se ha vertido mucha bilis. Eso no impidió que en diciembre de 2004 se constituyese un Grupo de Trabajo Conjunto China-ASEAN para la Implementaciónde la Declaraciónde Conducta. Sí, ya sé que cuando uno no quiere que algo avance, lo primero que hace es crear un grupo de trabajo,  pero más allá del cinismo me apetece ver el vaso medio lleno y destacar que los Altos Funcionarios del Grupo de Trabajo ya han celebrado cuatro reuniones, la última de ellas en enero en China ¡y no les envenenaron! En esta última reunión se avanzaron ideas interesantes como la realización de seminarios o talleres sobre temas tales como el medio ambiente en el MSC y los métodos para su seguimiento o la prevención de riesgos en la zona. También se habló de la propuesta china de establecer un Fondo de Cooperación Marítima China-ASEAN. De hablar y considerar a hacer hay un largo trecho, pero a mí me reconforta saber que entre incidente naval y capón dialéctico en foros internacionales, China y ASEAN siguen conversando. Cabría preguntarse si China habría estado tan abierta al diálogo (relativamente), si hubiera tenido que tratar con los otros países bilateralmente y no con ellos como grupo.
Otra pregunta interesante: si no existiese ASEAN, ¿habrían conseguido los estados del Sudeste Asiático con reivindicaciones sobre el MSC coordinar sus posiciones? No, non, niet, nein, bu, may, hindi, tidak… y me quedo corto. Formando parte de una asociación ya les cuesta adoptar una posición común sobre el MSC, así que por separado ni hablemos.
La Cumbrede la ASEANcelebrada el pasado julio en Phnom Penh fue la primera en 45 años que concluyó sin Declaración Final. No se habían conseguido poner de acuerdo a propósito del MSC. Como empieza a ser habitual, Indonesia acudió al rescate y logró que el 20 de julio los Ministros de AAEE de ASEAN emitiesen una declaración enunciando los Seis Puntos de Principio de ASEAN sobre el MSC. Aunque la tendencia general ha sido mencionar lo dividida que está la ASEAN en la cuestión, yo me quedo con el hecho de que con todo y con eso fue capaz de emitir una declaración conjunta, aunque fuera una declaración llena de tópicos.
Aparte de ASEAN, hay dos foros regionales donde últimamente se ha hablado bastante del Mar del Sur de China: el East Asia Summit, cuya última reunión fue el pasado noviembre, y el ASEAN Regional Forum, que se reunió por última vez el pasado julio. En ambos casos China mostró su irritación porque se debatiese en público una controversia que habría preferido solventar bilateralmente con cada uno de los países envueltos. Lo importante es que no rompió la baraja, algo difícil de hacer, por cierto, cuando hay una veintena de países mirándote. Pienso que la presión de estos foros ha tenido algo que ver con las declaraciones chinas de este año más favorables a la elaboración del famoso Código de Conducta.
En resumen, visto lo visto, creo que podemos situar el concepto de la arquitectura regional entre las ideas geniales. 

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