Fueron almas gemelas, pero con destinos bien diferentes. Líderes de una rebelión, la de las chaquetas de cuero allá por los 50. Uno como un "Rebelde Sin Causa", el otro como un "Salvaje". Uno desaparecía prematuramente antes del alcanzar, o más bien, disfrutar su propia cima, el otro llegaba a los 80 tras rebasarla (y darle la vuelta). Marlon Brando y James Dean, en otras palabras, dos eternos iconos del séptimo arte que hoy, aunque tan solo sea por cinco minutos, unen sus destinos. Retrocedemos en el tiempo, concretamente a 1947, es decir, 8 antes de que Nicholas Ray rodase "Rebelde sin Causa". Marlon Brando aparece en escena. Quiere ser su protagonista. Acción.