La babesiosis canina, también conocida como enfermedad de la garrapata, es una enfermedad parasitaria causada por un protozoo. Este protozoo es del género Babesia, que incluye organismos unicelulares que son parásitos de los glóbulos rojos de la sangre. La babesiosis canina se puede encontrar en todo el mundo, sobre todo en las regiones donde las garrapatas son frecuentes. Los animales jóvenes tienden a infectarse con más frecuencia y con síntomas más graves. El verano es la estación en la que la babesiosis se convierte en una infección demasiado común en los perros.
Causas de babesiosis en los perros.
La babesiosis se transmite por la picadura de una garrapata infectada, principalmente la especie Ixodes Ricinus (aunque también otras especies pueden ser capaces de transmitir dicha enfermedad), además de las moscas.
Existe cierta evidencia de que también se puede infectar de un perro a otro directamente, si un perro infectado muerde a uno sano.
Las madres pueden transmitir esta enfermedad a sus cachorros antes de nacer, por lo que las hembras infectadas no deben usar para la cría.
Si el perro viene de un criadero o una perrera que no haya pasado ningún control de garrapatas, tiene mayor riesgo de desarrollo de babesiosis.
Signos y síntomas de la babesiosis canina.
Los perros infectados por babesiosis pueden presentar una amplia variedad de signos clínicos. Pueden llegar al colapso repentino con shock sistemático, padecer una crisis hemolítica o una infección insidiosa. Todo esto se puede dar sin síntomas aparentes.
Los perros que presentan una babesiosis aguda o severa, se caracterizan por los siguientes síntomas:
- orina oscura, de color rojo o naranja
- fiebre superior a 41º C
- debilidad y letargo
- pérdida de apetito
- palidez de la nariz las encías y la lengua, debido a la deficiencia severa de glóbulos rojos
- depresión
- linfadenopatía (ganglios linfáticos inflamados) y un agrandamiento del bazo.
Esta enfermedad algunas veces está asociada con otras enfermedades transmitidas por las garrapatas, como la enfermedad de Lyme, la ehrlichiosis canina, y la fiebre maculosa de las Montañas Rocosas, entre otras. Esto puede empeorar los síntomas y complicar el diagnóstico.
Diagnóstico.
Hace tiempo, la babesiosis se diagnosticaba mediante la identificación del parásito en un frotis de sangre. Actualmente, hay otras pruebas de diagnóstico, cada vez más disponibles, que ayudan al veterinario a diagnosticar a tiempo la infección por babesia en los animales.
El diagnóstico comienza con una historia clínica completa y un examen físico. Tu veterinario probablemente haga lo siguiente:
- Historia. Tu veterinario probablemente te pregunte por la exposición de tu perro a las garrapatas y la historia reciente de picaduras de estos parásitos.
- Análisis químico de sangre (panel químico). Estos análisis de sangre evaluarán diversas funciones de los órganos internos, incluyendo el corazón, el hígado, los riñones, el páncreas, el metabolismo y el equilibrio electrolítico. El panel químico mide la cantidad y los diferentes tipos de glóbulos rojos y blancos que están presentes en el cuerpo del perro.
- Frotis de sangre. Esta técnica se utiliza para examinar las células individuales en la sangre del perro. Tu veterinario utilizará una gota de sangre de la pierna o el cuello de tu perro, y la extenderá sobre un delgado portaobjetos. A continuación, se examinará con un microscopio con el fin de identificar el parásito Babesia.
- Inmunofluorescencia. Esta es una técnica usada para iluminar un patógeno o los anticuerpos frente a un patógeno en un tejido o cultivo, usando un colorante fluorescente.
Un resultado positivo de la prueba depende, en gran medida, de la respuesta por parte del perro afectado a una cantidad determinada de anticuerpos. Con el tiempo, el perro desarrollará anticuerpos de babesiosis, que pueden persistir durante años.
Tratamiento de la babesiosis canina
Es probable que el tratamiento de esta enfermedad se base en función de la especie de Babesia que tiene tu perro. Las especies más comunes, B. canis, son usualmente tratadas con un medicamento anti protozoario. Las especie menos comunes, B. gibsoni, son más difíciles de tratar y generalmente requieren una combinación de fármacos. Otros fármacos antimicrobianos también pueden ser utilizados para tratar esta condición.
Los perros infectados con esta enfermedad suelen ser portadores y ser capaces de infectar a las garrapatas, incluso después de que los síntomas hayan desaparecido.
Pronóstico.
Los propietarios deben ser conscientes de que los perros que han sobrevivido a la babesiosis pueden sufrir una recaída de la enfermedad en el futuro, además puede servir como una fuente de infección para la propagación de la enfermedad en un área determinada.
Los perros que se han recuperado de la babesiosis nunca podrán utilizarse como donantes para transfusiones de sangre debido a que los beneficiarios podrían desarrollar la enfermedad.
Actualmente, solo existe una vacuna eficaz para la protección de los perros ante esta infección, pero no está disponible comercialmente.
Prevención.
Por razones desconocidas, los galgos y los Pit Bulls son las razas de perros más susceptibles a esta enfermedad. Cualquier perro donante de sangre debe hacerse la prueba de babesiosis antes de donar su sangre a otro perro.
La babesiosis se puede prevenir mediante la reducción del número de picaduras de garrapatas que sufre tu perro.
Al llegar a casa después de un paseo con tu perro (sobre todo si ha sido por zonas de jardín o zonas verdes), revisa bien todo el pelaje, la parte de las orejas y sobre todo el cuello, ya que las garrapatas pueden haberse incrustado en él.
En caso de encontrar alguna garrapata en el cuerpo de nuestro perro, elimínala de inmediato, siempre con un cuidado máximo, ya que debes extraerla entera y no se nos debe quedar ninguna parte de ella en el cuerpo del canino, porque puede igualmente producir la enfermedad. Si no pudieses desprenderla por ti mismo, lleva al animal rápidamente al veterinario. Mira este artículo para aprender a quitar las garrapatas al perro.