Revista Diario
Mañana, otra conmemoración.Una conmemoración simbólica, que no era másque el triunfo de la lógica del establecimiento del Estado naciónconstruyendo/imponiendo una “memoria nacional”. Nada mejor que ello instaurarcomo “Día de la bandera” el día en que fallecía Manuel Belgrano, creador delsímbolo patrio. Para los idealistas que se precian en sostener la idea del ser nacional será una fecha crucial,obviando que en realidad por ese entonces “nuestra” bandera no era la únicabandera ( o al menos no era reconocida por todos nuestros habitantes), por elcontrario, basta recordar la bandera del Ejercito Libertador de San Martín, ola bandera de los Pueblos Libres que encabezaba Artigas con la franja rojacruzando la bandera blancaceleste, o bien la bandera de lucha que llevabanconsigo las montoneras de Facundo Quiroga que simbolizaba la resistencia alliberalismo porteño: una bandera negra con calavera, dos tibias en cruz y ellema “religión o muerte”. Paradójicamente, los que primero “aceptaron” nuestrabandera eran pueblos que se liberaban, usando como referencia el símbolo quellevaba consigo el libertador y héroe divulgador de la Revolución: HipólitoBouchard. En fin, la bandera, en principio, no es más que un trapo de colores,lo que da significancia es lo que simboliza. Rosas también lo entendía así, poreso, oscureció el celeste azulado hasta transformarlo en un azul oscuroacompañado de gorros frigios y el lema de la Confederación Argentina: “Mueranlos salvages unitarios”. El entonces Brigadier no lo hacía como mero caprichoautoritario sino que pretendía resignificar el sentido independentista quesimbolizaba la bandera patria: si Belgrano se había inspirado en los colores dela casa Borbón aunque su construcción era una necesidad de identificación comoPueblo independiente y autodeterminado, Rosas oscurecía el celeste porque laamenaza concreta por ese entonces no eran los españoles sino los propioscontreras unitarios cuya identificación era el celeste, mientras que el gorrofrigio era también un símbolo que representaba soberanía. Asimismo, losunitarios poscaseros volvieron a retocar los colores, decolorándola hasta transformarloen un celeste pálido. En tanto, el creador de la bandera durante el siglo XIXfue indiscutiblemente el padre de la Patria, luego la instauración de unaHistoria Oficial de la mano de Mitre empezaría a revalorizar la figura de Joséde San Martín mientras que se relegaba la figura de Belgrano a un plano oscuro,oculto: las ideas política y económicas del prócer, su pertenencia al morenismoy sus ideas jacobinas quedaban en el olvido transformándose en simplemente 20de junio: la muerte del Belgrano real y la creación de una figurita deBilliken, inmortal, cruzado de piernas con su pose supuestamente “metrosexual”o bien haciéndoles jurar a sus subordinados en Santa Fe, cuando por primera vezsu bandera flameaba bajo nuestro suelo patrio.La bandera durante inicios del siglo XX erala impostura de una idea que traía consigo la construcción de una ciudadanía,aunque el verdadero significado popular que adquiere nuestro emblema es cuandoel General Perón establece la etapa de Justicia social, Soberanía política eindependencia económica. Luego del 55, la bandera era presa de disputasideológicas: sus colores eran el pretexto fascista ante la amenaza del traporojo comunista hasta que en el último y sangriento proceso dictatorial, susímbolo se transformó en conservadurismo y sangre derramada de miles de jóvenesque luchaban por un país mejor. Habría que esperar hasta esta nueva etapa enla cual recuperamos nuestros símbolos, durante el kirchnerismo regresa el Pueblo, la Patria, el amor yel orgullo de cantar nuestro himno y agitar emocionados nuestra bandera patriamás allá de que nos represente como símbolo deportivo, nuestros colores eranrevisitados y resimbolizados como se manifestó en el inolvidable Bicentenario.Por fin, lo que verdaderamente significaba para Belgrano esos colores, volvíana tener sentido.