Revista Diario

"La batalla de Salta" por José María Rosa

Por Julianotal @mundopario
batalla Salta
Tristán se había atrincherado en Salta, dominando el Portezuelo, entrada de la ciudad. Belgrano, guiado por baqueanos, tomaría el sendero de la quebrada de Chachapoyas a través de la noche y la lluvia, situándose al norte en el campo de Castañares. Ese movimiento táctico le dará el triunfo; mientras su vanguardia atacaba a Tristán en el Portezuelo, con el grueso cargaba sobre su flanco. El ejército español, tomado inesperadamente entre dos fuerzas, debió replegarse a la ciudad. No obstante poderle exigir que se rindiera a discreción, Belgrano "despedazado su corazón al ver derramarse tanta sangre americana" (como dijo), aceptó que Tristán capitulase: los vencido saldrían con los honores de guerra, rendirían sus armas y se comprometerían bajo juramento a no tomar en adelante parte en la lucha. Debe tenerse en cuenta que Belgrano, al proceder así, esperaba ganárselos pues todos eran americanos. Al saber Goyeneche, que estaba en Potosó, la derrota de Tristán, se replegó hacia el norte. Poco después sería sustituido por Joaquín de la Pezuela. Irá a España agraciado con el título de marqués de Huaqui, sin tomar más parte en la guerra. Tristán se retiraría para siempre a su casa de Arequipa desentendiéndose de la lucha.
La capitulación disgustó en Buenos Aires; Belgrano no hizo caso: "No busco glorias sino la unión de los americanos" escribe a Chiclana, a quien había hecho gobernador en Salta. Tampoco avanzará con premura, no obstante las órdenes del gobierno, "para recoger el fruto de la gloriosa victoria". Quería ganarse previamente a los altoperuanos. Solamente en mayo llegará a Potosí.
Como premio por la victoria la Asamblea le votó 40.000 pesos, que Belgrano aceptó con el compromiso de fundar cuatro escuelas en Jujuy, Tarija, Santiago del Estero y Tucumán. Les redactó un Reglamento: enseñarían primeras letras, doctrina cristiana y "los primeros rudimentos sobre el origen de la sociedad, los derechos del hombre en ésta y sus obligaciones hacia ella". Pero la cantidad no fue pagada por el gobierno, ni en efectivo ni inmediatamente. Pasó a "deuda pendiente", y sólo en 1824, cuatro años después de la muerte de Belgrano, se entregaría a los cabildos de las cuatros ciudades en certificados de la deuda con mucha depreciación.

(De ROSA, J. M. "Historia Argentina", Oriente)

La última escuela recién se fundaría en el 2004 en Jujuy:


"San Salvador de Jujuy. Inés Mamani tiene seis años y con la timidez característica de los “changuitos” del Norte, observaba desde la ventana de su casa de bloques el inusual movimiento en la calle.Justo enfrente bajaban de lustrosos automóviles hombres con trajes y mujeres elegantes listos para la inauguración de la Escuela Legado Belgraniano.Inés es uno de los chicos que vive en el barrio Campo Verde, y que para ir a clases debe recorrer por lo menos cuatro kilómetros. Ahora tiene la escuelita frente a su casa y está feliz. Pasaron 191 años para que se cumpliera el sueño de Manuel Belgrano, cuando en 1813 donó 40 mil pesos para la construcción de cuatro escuelas.Las escuelas debían levantarse en Jujuy, Tarija (actualmente territorio boliviano), Salta y Tucumán. Lo cierto es que se construyeron todas, menos la jujeña. Desde 1986, los gobiernos provinciales anunciaron el inicio de las obras, hasta que en 2000 comenzaron las tareas. Sobraron problemas, y se sucedieron las marchas de padres que exigían el cumplimiento del legado que finalmente en 2004".http://www.tomamateyavivate.com.ar/formacion-y-universidades-argentinas/tras-191-anos-abren-una-escuela-con-dinero-donado-por-belgrano/

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