El escenario ucraniano plantea una batalla entre dos facciones obedientes al mismo Paradigma: Mammón. En la jugada en curso los nacionalistas ucranianos son un mero peón de la facción Talasocrática (imperio marítimo) anglosionista, de la cual Europa Occidental (desde 1945) y la actual UE es a su vez un apéndice. La facción oficialista, es a su vez un peón de Rusia, quien a duras penas está intentando recuperar su posición de potencia Telurocrática (imperio continental) dominante, después de la debacle soviética. ¡No olvidemos que la URSS fue derrotada, en última instancia, por una Impresora!
En vez de tanto tweetear y tanto Marca hay que leer más al profesor Karl Haushofer. Hitler se inspira en él, cuando en su Mein Kampf hace un lúcido análisis sobre la importancia estratégica del Cáucaso. Era perfectamente consciente de que tarde o temprano se iba a desencadenar una cruenta lucha por el dominio del Heartland Euroasíatico (Mackinder). ¡Recórchoris, la llave del Cáucaso es Ucrania! El empeño de Hitler por tomar Stalingrado no fue ningún capricho egolátrico, como los historiadores membrillos nos quieren hacer creer. Tampoco lo fue la invasión de la URSS, Stalin estaba preparando, ya secretamente apoyado por el anglosionismo occidental (y posteriormente en forma descarada), la invasión de Europa. Sin mencionar el hecho de que Alemania dependía del grano que la propia URSS le vendía (pactos comerciales), y cuya suspensión del suministro era ya inminente en junio de 1941. ¡La pinza liberal-marxista ya se estaba cerrando sobre la Vieja Europa!
En la actual Rusia campa a sus anchas el supercapitalismo más feroz. Pero los nostálgicos de la URSS y hasta muchos tontos neonazis ven a Putin como una especie de Mesías. Y esto es así porque, a diferencia de los eunucos, gays, tortilleras y pedófilos “líderes” occidentales, el hombre los tiene bien puestos y les está “parando el carro” a los anglosionistas, mientras desarrolla una política decididamente nacionalista, en línea con las ya mencionadas ínfulas telurocráticas de la Eterna Rusia. Por tanto en la partida visible, NUESTRA EUROPA cuyo Paradigama y Cosmovisión fueron transitoriamente aplastados en la SGM, y en la que deberá tender su lugar de honor otra Rusia, no pincha ni corta. Se trata de una remacke del conflicto OTAN-Pacto de Varsovia, las dos facciones que unidas en fraternal alianza derrotaron al “fascismo” europeo, Soros contra Soros, solo que con las fronteras más al este. Pero atención, porque en el largo plazo de esta partida se les va a la Europa mammonística y a los gUSanos su actual status de estupendos burgueses bienpensantes (ergo: imbéciles), en favor de la subhumanidad Asiática.
Berengario el Tanquista (for sale)