Jim desliza el revolver sobre su sien. En su refugio, a tres metros bajo tierra, está a salvo, pero sabe que no habrá un futuro. Todos a los que quería y conocía están muertos o algo peor… vivos. Oye los gritos de Carrie, su mujer, vagando en la superficie desde hace una semana con un cuerpo que se cae a pedazos. Perdida toda esperanza, y justo cuando va a apretar el gatillo, suena su móvil…
Baker se siente culpable. Fue uno de los máximos impulsores del experimento que acabó con el mundo. Ahora está hablando con un antiguo compañero de trabajo, que ya no conserva nada de humano. Se hace llamar Ob y está aislado en una habitación indestructible, o eso parece porque ese ser ha comenzado a golpear el cristal blindado que los separa mientras que una pequeña fisura se va formando en su superficie…
Frankie se esconde en los servicios del zoológico de la ciudad. Huye de unos matones que buscan una dosis de caballo que ella misma se acaba de chutar minutos antes. Pronto descubrirá que ellos no son su principal problema. En el exterior comienzan a escucharse extraños ruidos emitidos por unos animales que murieron tiempo atrás de inanición…
Tras el experimento con un acelerador de partículas se abre una brecha espacio-tiempo que conecta el mundo con unos seres de una realidad oscura y salvaje, de la que poco se sabe. (Nota: Tranquilos, no da tanta vergüenza ajena como el guión de El barco). El resultado: nada vuelve a ser lo mismo. Los muertos vuelven a la vida, pero no como esos seres lentos y descerebrados de las pJim desliza el revolver sobre su sien. En su refugio, a tres metros bajo tierra, está a salvo, pero sabe que no habrá un futuro. Todos a los que quería y conocía están muertos o algo peor… vivos. Oye los gritos de Carrie, su mujer, vagando en la superficie desde hace una semana con un cuerpo que se cae a pedazos. Perdida toda esperanza, y justo cuando va a apretar el gatillo, suena su móvil…
Baker se siente culpable. Fue uno de los máximos impulsores del experimento que acabó con el mundo. Ahora está hablando con un antiguo compañero de trabajo, que ya no conserva nada de humano. Se hace llamar Ob y está aislado en una habitación indestructible, o eso parece porque ese ser ha comenzado a golpear el cristal blindado que los separa mientras que una pequeña fisura se va formando en su superficie…
Frankie se esconde en los servicios del zoológico de la ciudad. Huye de unos matones que buscan una dosis de caballo que ella misma se acaba de chutar minutos antes. Pronto descubrirá que ellos no son su principal problema. En el exterior comienzan a escucharse extraños ruidos emitidos por unos animales que murieron tiempo atrás de inanición…elículas. Éstos son rápidos, inteligentes e increíblemente crueles. Saben utilizar armas y son capaces de comunicarse entre ellos. Quieren acabar con la humanidad sirviéndose de ella. Elilum, teraphim, demonios, djinns, monstruos… la humanidad los ha conocido bajo diferentes nombres. Cuando un cuerpo muere y el alma abandona ese recipiente, ellos entran en acción, ocupando su lugar.
Y llegará un momento en que los muertos andarán por la tierra. Y su número superará con creces al de los vivos.
Y en ese mundo acabado, extinguido, varios personajes se verán obligados a sobrevivir a cualquier costa, y a hacer frente a las hordas de no muertos y a no menos vivos. Porque son en las situaciones extremas cuando los límites quedan difuminados, confundiéndose entre sí, y los salvadores se convierten en verdugos.
Jim, Baker, Frankie, Martin, Gusano, Delmas y Jason, Skip, el coronel Schow… El fin del mundo les ha unido en un arriesgado viaje por unos parajes desolados y sin futuro, en el que no todos vivirán para disfrutar de un nuevo día.
Sin llegar a ser una obra que perdure en el tiempo, ‘El alzamiento’ cumple su cometido: entretener. Y lo hace con creces. Su ritmo no baja en ningún momento, con constantes sorpresas y giros argumentales. Es acción pura y dura, y toma su presencia ya desde las primeras páginas, combinada, no podía ser de otra forma, con fuertes dosis de escatología y gore.
Sin embargo, la originalidad de este libro está en los zombis, por llamarlos de alguna forma, ya que, para los puristas del género, poco tienen que ver con la imagen oficial. Como ya dije antes, hablan, piensan, planifican… y matan, de la forma más cruel posible. Los zombis diseñados por Keene son rápidos e inteligentes y se mueven en un mundo apocalíptico diseñado a su medida, contando en muchas ocasiones con la ayuda de ciertos animales. En fin, que el panorama para los supervivientes pinta muy mal. Los no muertos, tanto humanos como animales, parecen ser la raza del futuro.
Por último decir que ‘El alzamiento’ cuenta con una segunda parte, titulada ‘La ciudad de los muertos’ (Dolmen, 2011) y que es de obligada lectura para completar la historia.
‘La ciudad de los muertos’ continúa la historia justo donde acabó la primera, con zombis acercándose por todas partes y con el sonido amortiguado de varios disparos en la oscuridad…
“Pensó en las películas de zombis que había visto durante años. En las películas, las criaturas no eran inteligentes; se tambaleaban de un sitio a otro como máquinas de comer, vacías y sin consciencia. En las películas, los zombis no te devolvían el disparo. El único parecido que podía encontrar entre los de la vida real y los del cine es que ambos eran lentos y comían carne humana.
Su falta de velocidad era una ventaja obvia: lo único que tenía que hacer era poner tierra de por medio entre ellos y él. Pero lo que les faltaba de movilidad lo compensaban con malicia. Eran inteligentes. Podían planear y calcular.
No bastaba con ser más rápido que ellos: tenía que ser más inteligente.”