De momento, podemos disfrutar de catas y cursos de vino con degustaciones de tapas en nuestro último paso a la cima, la impresionante Bodega, mi espacio favorito con un espectacular diseño a dos alturas y más de 90 exclusivas referencias. Lo más peculiar es que el cliente puede hacer suya esta bodega alquilando uno de sus nichos para sus propias botellas, de las que solo se cobraría el descorche en el restaurante. La cumbre de esta montaña de experiencias tiene forma de salón privado, cuyo tamaño puede adaptarse a las características de cada reunión y que puede albergar hasta a 45 personas. Ya sea una caña y una tapa con amigos, un almuerzo o cena especial, una inmersión en el apasionante mundo del vino o una copa en la intimidad, La Cabra se nos presenta como el perfecto sendero para nuestras más altas expectativas. ¿Estáis listos?
Revista Bares y Restaurantes
La cabra tira al monte. Eso dicen. Y este nuevo multiespacio gastronómico lo demuestra. Un restaurantedonde una joven estrella de los fogones, el chef Javier Aranda, juega con productos de la tierra, de altísima calidad, raíces culinarias y un puntito de prudente innovación.
De momento, podemos disfrutar de catas y cursos de vino con degustaciones de tapas en nuestro último paso a la cima, la impresionante Bodega, mi espacio favorito con un espectacular diseño a dos alturas y más de 90 exclusivas referencias. Lo más peculiar es que el cliente puede hacer suya esta bodega alquilando uno de sus nichos para sus propias botellas, de las que solo se cobraría el descorche en el restaurante. La cumbre de esta montaña de experiencias tiene forma de salón privado, cuyo tamaño puede adaptarse a las características de cada reunión y que puede albergar hasta a 45 personas. Ya sea una caña y una tapa con amigos, un almuerzo o cena especial, una inmersión en el apasionante mundo del vino o una copa en la intimidad, La Cabra se nos presenta como el perfecto sendero para nuestras más altas expectativas. ¿Estáis listos?
De momento, podemos disfrutar de catas y cursos de vino con degustaciones de tapas en nuestro último paso a la cima, la impresionante Bodega, mi espacio favorito con un espectacular diseño a dos alturas y más de 90 exclusivas referencias. Lo más peculiar es que el cliente puede hacer suya esta bodega alquilando uno de sus nichos para sus propias botellas, de las que solo se cobraría el descorche en el restaurante. La cumbre de esta montaña de experiencias tiene forma de salón privado, cuyo tamaño puede adaptarse a las características de cada reunión y que puede albergar hasta a 45 personas. Ya sea una caña y una tapa con amigos, un almuerzo o cena especial, una inmersión en el apasionante mundo del vino o una copa en la intimidad, La Cabra se nos presenta como el perfecto sendero para nuestras más altas expectativas. ¿Estáis listos?