La cacería de Bin Laden según Hollywood: otra primicia para la colección 10/05/2013
Posted by María Bertoni in Cine, Periodismo/Medios.trackback
En el transcurso de esta última semana Zero Dark Thirty recuperó una porcioncita del gran protagonismo mediático que perdió cuando la Academia de Hollywood terminó bajándole el pulgar en la última entrega de los Oscar, cuando (enseguida después) el Comité de Inteligencia del Senado estadounidense decidió dejar de investigar las sospechas de filtración informativa por parte de la CIA, cuando la opinión pública se cansó de discutir sobre el presunto pronunciamiento pro/anti tortura de la película de Kathryn Bigelow. Efectivamente, el film que recreó la captura de Osama Bin Laden volvió a ser noticia el lunes pasado cuando el sitio Gawker informó sobre la desclasificación de un memo de la agencia de inteligencia que prueba su intervención censora -orientadora, corregiría el guionista Mark Boal- en la realización del polémico largometraje.
La primicia de Gawker llamó la atención de emprendimientos periodísticos tan disímiles como The Dissenter y The Hollywood Reporter. También cruzó fronteras: cabe destacar la cobertura del diario australiano The Sidney Morning Herald y del sitio francés Ciné Chronicle. Los lectores que prefieran prescindir de toda editorialización encontrarán aquí el memo en bruto.
La desclasificación del documento fue aprobada el pasado 22 de abril. Se trata de dos páginas y piquito, con una síntesis de las observaciones que agentes de la Oficina de Asuntos Públicos de la CIA le hicieron a Boal en cuatro conversaciones telefónicas realizadas en el último trimestre de 2011: una a fines de octubre, dos en noviembre y una cuarta a principios de diciembre.
“Le recomendamos cautela con los nombres de los personajes, muy parecidos a los nombres reales de los oficiales (asignados al operativo recreado)”, leemos apenas empieza el informe… Asimismo los agentes critican la participación de perros amaestrados en la reconstrucción de un interrogatorio y consignan la respuesta de Boal: “en enero confirmó que los sacó del guión”.
Otra escena que la CIA pidió eliminar fue la de una fiesta en Islamabad, al comienzo del largometraje, donde un oficial borracho dispara al aire desde una terraza. “Insistimos en que mezclar bebida y armas de fuego es una gran violación y (advertimos que) acciones como ésta no suceden en la vida real. Pedimos quitar esto de la película”. Otra vez, el guionista acató.
Según la cobertura del mencionado Sidney Morning Herald, la difusión del memo tuvo lugar justo un día después de que un grupo de entidades defensoras de las libertades civiles en los Estados Unidos enviara esta carta a Barack Obama conminándolo a evitar que la CIA influya de manera indebida en la respuesta que la Casa Blanca le debe al Senado sobre los casos de detenidos que presentan incuestionables marcas de haber sido ferozmente torturados. Al parecer, la agencia de inteligencia está empeñada en desmentir a quienes la acusan de violación sistemática de los derechos humanos ajenos.Al margen de estas especulaciones, el obediente Boal se limitó a responder la primicia de Gawker con la siguiente (y lacónica) declaración… “Tuvimos en cuenta ciertas peticiones por respeto a la confidencialidad de datos operacionales y para preservar la identidad de los participantes pero, como en cualquier publicación o trabajo artístico, los realizadores tomamos las decisiones finales respecto del contenido” de Zero Dark Thirty.
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