Revista Diario

La caja de la nada

Por Jordanvid

No soy el único, creo, que posee la “Caja de la Nada” a ella voy de vez en  cuando para relajarme y nada más.

Está en mi cerebro y por lo menos para mí es necesaria, allí no hay nada, suficiente para subsistir a Mi Camino de Vida.

Es una caja inhabitada donde puedo sobrevivir a mis cosas sin más, a dónde voy a veces  y en donde sé, que nadie puede entrar.

Puedo estar el tiempo que quiero, sólo ahí me des estreso, no es una huida de nada ni de nadie, sino más bien un lugar de paso hacia otras cajas que hay en mi cerebro.

No me abruma su simpleza, si no justo lo contrario, esa sencillez no me ata a nada, en este espacio imaginario soy totalmente libre, incluso, de mí mismo.

Trato de visitar esa caja de vez en cuando, sin trabas, ni horarios ni agendas predeterminadas que marquen mi estancia, entro cuando quiero y salgo de ella sin más.

La caja de la nada

No me afecta la visita, allá no hay nada, os recuerdo, simplemente es un viaje  sin horario ni calendario, hacia mi caja de la nada.

En esta caja no hay wifi, ni televisión, ni ruido, ni luz no hay nada, ni falta que hace, es la caja de la nada, es como un vagón vacío que va unido al resto y por el que  paso para ir  al otro coche, sin más.

No hay reglas, ni biblia ni leyes, no hay nada, solo yo y nadie mas.

Sólo yo sé donde está situada, nunca se la he enseñado a nadie, supongo no la encontraríais cómoda, imagino que cada uno tiene la suya, esta es  mía, es única e intransferible.

Tengo otras cajas repartidas por ahí, incluso tienen nombre ( amor, miedo, trabajo, salud, familia, amigos, dinero…) Uff!! Hay tantas, estás si que están conectadas entre sí, a estás si que puedes acceder si eres sutil o hábil.

Solo es mi caja de la Nada…


LA CAJA DE LA NADA

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