La Caja de las Letras, una caja fuerte de la cultura

Hace unos días, el último ganador del Premio Cervantes, Juan Goytisolo, entregó al Instituto Cervantes dos manuscritos inéditos, un poemario – Señas de identidad – y una narración con tintes autobiográficos. Estos textos se guardarán en la Caja de las Letras hasta el 5 de enero de 2031, fecha en la que se cumplirán 100 años del nacimiento de Goytisolo, y será entonces cuando podrán ser leídos.

La Caja de las Letras del Instituto Cervantes es una cámara acorazada con más de 1.800 cajas de seguridad dedicada exclusivamente a la cultura. La actual sede del instituto está en el edificio de las Cariátides construido en 1918, en el que antiguamente se encontraba el Banco Español del Río de la Plata. A lo largo de su historia también sede del Banco Central Hispano, del ICO y, desde octubre de 2006, del Instituto Cervantes. Así, la cámara acorazada donde antes se guardaban las cajas de seguridad de los clientes, protegida por una maciza puerta circular, ahora conserva legados culturales.

Cada año, desde el 2006, el ganador del Premio Cervantes cede al Instituto, unos días antes de recoger el premio, algunos objetos relacionados con su trayectoria. Estos legados son custodiados por el instituto hasta una fecha determinada, en la que podrán ser leídos. Además de los manuscritos de Juan Goytisolo, a Caja de las Letras contiene legados del resto de galardonados: Antonio Gramoneda, Juan Gelman, Juan Marsé, José Emilio Pacheco, Ana María Matute, José Manuel Caballero Bonald y Nicanor Parra.

Pero no sólo son custodiados los legados de los Premios Cervantes, sino que el espacio también guarda los de otras personalidades de la cultura hispana como por ejemplo Antoni Tàpies, Manuel Alexandre y Victor Ullate, entre otros.