Revista Cultura y Ocio

La canción de Aquiles. Madeline Miller

Por Mientrasleo @MientrasleoS
La canción de Aquiles. Madeline Miller
     "Mi padre fue rey e hijo de reyes. Era pequeño de estatura, al igual que la mayoría de nuestra gente, y tenía unos hombros enormes, como los de un toro. Desposó a mi madre cuando esta tenía catorce años y la sacerdotisa la declaró núbil. Se trataba de un buen partido: era hija única y el esposo recibiría la fortuna del padre".
     Tras disfrutar como una enana con Circe, estaba claro que iba a leer esta novela. Hoy traigo a mi estantería virtual, Aquiles.
     Habéis visto las primeras líneas. Bien, el que toma la voz es el pobre Patroclo, una decepción para su padre que no logra la mano de Helena aunque se ve sujeto al juramento de lealtad. Eso es empezar mal, pero es que el pobre hombre, una década más tarde, es exiliado por matar a un chico en un accidente. Y así es como termina en Ftía y conoce a Aquiles. Una amistad que va creciendo hasta ser amor y que iba bien hasta que la madre de Aquiles (esa que dicen que lo sujetó por el talón al sumergirlo en las aguas de la inmortalidad) los separa enviando fuera a su hijo. O eso cree ella... Bien, después crecen y llega Troya y la guerra y la muerte y la venganza y la autora saluda a la Iliada rápidamente antes de dar por finalizada la novela.
     Si algo sabe hacer Madelina Miller, es dar voz a quienes no la tuvieron. En este caso es Patroclo quien cuenta una historia mil veces narrada demostrando que quedan formas e historias por contar. La novela está narrada de forma ágil y amena y nos lleva por una época menos conocida que ha sido recogida casi a fragmentos para dar la imagen total de aquél que fue conocido solo por su ira y que ahora será su amor y lealtad quien le den vida durante la mayor parte del trayecto.
     En conjunto me ha parecido una novela bastante más lenta que Circe, que tampoco es que fuera eso que ahora llaman trepidante, pero me ha gustado incluso más. Me quedo con el astuto Ulises como diagonal más importante, y con la forma ligera de contar hazañas que para muchos se antojan pesadas simplemente por oír hablar de iliadas y homéricas hazañas logrando una novela de lo más entretenida que sirve perfectamente para pasar por el verano de una forma agradable.
     Mención también a la preciosa edición que AdN ha realizado y que hace pareja con Circe, que dicho sea de paso es la segunda novela de la autora y no la primera.
     Me gustan los libros que me descubren que quedan historias incluso en las mil veces narradas, que dan voz a los ocultos, a los no escuchados, que desgajan lo ya narrado hasta encontrar al personaje que observaba desde una esquina y del que no puedo deciros si finalmente logró colocarse en el centro o, al menos, junto a su amado Aquiles. Lo que si os digo es que he disfrutado con La canción de Aquiles. Os lo recomiendo.
     Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
     Gracias.

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