Según IMDb, todavía no tiene título definitivo (aunque Zero Dark Thirty suena fuerte*) pero sí una agenda de estrenos precisa (el desembarco en Argentina está previsto para el 20 de diciembre de 2012): se trata de la nueva ficción de Kathryn Bigelow, directora de la sobrevalorada Vivir al límite. Otra vez junto a Mark Boal, la realizadora norteamericana está terminando la recreación del raid que derivó en la ejecución de Osama Bin Laden por parte del “Navy Seal Team Six“. Desde mediados de 2011, el proyecto cinematográfico levanta suspicacias sobre las fuentes y el material que contribuyeron a la elaboración del guión correspondiente.
El cruce de versiones replicadas por los medios estadounidenses vuelve a poner en evidencia el vínculo entre Hollywood y los organismos ligados a la defensa de USA. En agosto del año pasado, la columnista Maureen Dowd levantó la perdiz en este artículo redactado para el New York Times: “(la dupla de cineastas) tiene acceso de alto nivel a datos de la misión más clasificada de la historia gracias a una administración que supera al gobierno de Bush a la hora de encarcelar gente acusada de filtrar información”.
Para esta periodista, “la Casa Blanca confía en que el film revertirá la decreciente reputación de (Barack) Obama”. El largometraje, que “no dudará en reflejar el temple y el coraje del Primer Mandatario cuando ordenó la captura de Bin Laden”, se estrenará el 12 de octubre “en perfecta sincronía con el apogeo de una campaña que se ha vuelto cada vez más dura”**.
Dowd sostiene además que “fue muy clara la decisión de encargarle a Hollywood la mejora de la imagen presidencial cuando Boal fue recibido en los escalones más altos de la Casa Blanca y el Pentágono, y cuando -para sorpresa de algunos oficiales del ejército- apareció recientemente en la ceremonia que la CIA organizó en homenaje a los héroes del grupo Seals”.
Tres días después de publicado el artículo, el congresista republicano Peter T. King les escribió una carta a la misma Agencia de Inteligencia y al Departamento de Defensa para pedirles que investiguen la presunta entrega de información confidencial. El sitio TPM publicó aquí el contenido de la misiva que recuerda el primer deber oficial en materia de desclasificación de información confidencial (“proporcionar información completa al Congreso y al pueblo estadounidense, en un esfuerzo por construir la confianza pública a través de la transparencia del gobierno”) y expresa la preocupación por “esta supuesta colaboración (que) favorece una visión cinematográfica de la historia”.
Pasaron diez meses desde entonces y el tema dista de caducar. A modo de ejemplo vale citar el espacio que la versión digital de Fox News le dedicó semanas atrás a la investigación iniciada para determinar “si la administración de Obama deslizó demasiados detalles del raid contra Bin Laden a los realizadores hollywoodenses”. Más contudente fue el informe de CBS News que señala -vía la ONG Judicial Watch- la existencia de registros presuntamente reveladores sobre la organización de reuniones y el intercambio de comunicaciones entre Bigelow, Boal y agentes del gobierno.
Antes de ayer, los medios norteamericanos difundieron declaraciones del actual secretario de Defensa y ex director de la CIA, Leon Panetta que -Huffington Post dixit- “insistió en que nadie en el Departamento entregó material no autorizado”. Una semana antes, Obama aseguró en una conferencia de prensa que las acusaciones eran, además de erradas, ofensivas.
Entre tantos dimes y diretes cuesta encontrar alguna declaración de los cineastas, que desmienta la denuncia publicada en el New York Times. El cambio de fecha de estreno (del mencionado 12 de octubre al 19 de diciembre) aparece como la única reacción disociada de las respuestas oficiales. Claro que esta modificación puede deberse simplemente a retrasos en el cronograma de rodaje y posproducción.
Quizás este silencio sea síntoma de discreción; quizás esconda cierta satisfacción ante el efecto promocional que provoca la polémica. Por estas latitudes algunos espectadores tememos que tanto ruido aporte poco y nada a un largometraje más cerca del thriller convencional que de un ejercicio de reconstrucción histórica.——————————————————————————–
* Según este diccionario de lunfardo yankee o slang, la expresión “Zero Dark Thirty” significa en la jerga militar las 00.30 horas.
** Las elecciones presidenciales se realizarán el 6 de noviembre.