(Desde atilioboron.com.ar)
En este nuevo aniversario del asesinato del Che en Bolivia comparto una larga nota de Michael Ratner y Michael S. Smith, basada en su libro, Who Killed Che? How the CIA Got Away with Murder , publicado por OR Books en el año 2011. Con base en fuentes documentales de primera mano y en materiales desclasificados del gobierno de Estados Unidos estos autores demuestran fehacientemente el papel cumplido por Washington, a través de la CIA, en el asesinato de Ernesto "Che" Guevara. Esta nota fue publicada hace unos tres años en Rebelión, pero a mi juicio no ha tenido la difusión que se merece. Al cumplirse 47 años de tan luctuosa noticia, queremos hacer un aporte a la memoria colectiva mediante la publicación de este artículo.
¿Quién mató al Che?
El Che y la CIA en Bolivia
A finales de noviembre, el Che escribe:"Todo ha salido bastante bien; mi llegada sin inconvenientes... El panorama se perfila bueno en esta región apartada..." A finales de diciembre: "Se ha completado el equipo de cubanos con total éxito; la moral de la gente es buena y solo hay pequeños problemitas. Los bolivianos están bien aunque sean pocos."
El 1 de febrero, el Che condujo a la mayoría de los hombres en lo que debería haber sido una misión de entrenamiento de una quincena de duración. Resultó ser una experiencia dura, de casi cincuenta días en la cual se ahogaron dos de los bolivianos. A finales de febrero, mientras todavía estaba en la misión de entrenamiento, el Che escribió: "Aunqueno tengonoticias de lo ocurrido en el campamento, todo marcha más o menos bien, con las debidas excepciones, fatales en estos casos... La próxima etapa será de combate y decisiva."
El análisis del Che en la anotación de su diario registrada a finales de marzo incluye, entre otros puntos, una evaluación de la situación: "El panorama general se presenta con las siguientes características: Etapa de consolidación y depuración de la guerrilla, cumplida cabalmente; lenta etapa de desarrollo con la incorporación de algunos elementos venidos de Cuba... Etapa de comienzo de la lucha caracterizada por un golpe preciso y espectacular [la batalla del 23 de marzo de 1967] fue jalonada de indecisiones groseras antes y después del hecho [mala conducta y oportunidades perdidas por dos de los guerrilleros]... Concluye: "Evidentemente tendremos que emprender el camino antes de lo que yo creía y movernos dejando un grupo en remojo y con el lastre de cuatro posibles delatores. La situación no es buena, pero ahora comienza otra etapa de prueba para la guerrilla, que le ha de hacer mucho bien cuando la sobrepase".
Agentes de la CIA disfrazados de soldados bolivianos
Los gobiernos estadounidense y boliviano también estaban preocupados por los vínculos del grupo del Che con los trabajadores bolivianos, especialmente con los militantes mineros de la gran mina Siglo XX. En la madrugada del 24 de junio, aviones de la Fuerza Aérea Boliviana ametrallaron una población donde se ALOJABAN
los trabajadores del pueblo y sus familias, matando a algunos centenares mientras estaban en sus camas después de una fiesta la noche anterior. Esta acción preventiva se conoce como la masacre del día de San Juan. El gobierno de EE.UU. "fue cómplice de la represión de los mineros". EE.UU. apoyaba los MAP (Programas de Asistencia Militar) en las zonas mineras, ya que contribuían a la "estabilidad" de la junta militar y sus "reformas". La embajada en La Paz "aplaudió la respuesta del gobierno al problema de Siglo XX". Inmediatamente después de la masacre, Rostow envió a Johnson un informe de tres páginas sobre el incidente.Aparte de demostrar cuán estrechamente colaboraron EE.UU. y Bolivia en la b ú squeda del Che, este documento aclara el nefasto papel de la CIA. La CIA sugiere a los funcionarios bolivianos utilizar equipos de " cazadores-asesinos " , y a su vez los funcionarios bolivianos transmiten a continuación la demanda a los representantes de la rama ejecutiva del gobierno estadounidense. Estados Unidos está a ambos lados de la ecuación. Bolivia es esencialmente un mensajero entre la CIA y el Consejo de Seguridad Nacional, que asesora al Presidente.
A finales de junio, la situación del Che empeoraba. Como éste escribió en su diario, "sigue la falta total de contacto [con el grupo de Joaquín]", y "nuestra tarea más urgente es restablecer el contacto con La Paz y reabastecernos de equipo militar y médico y lograr la incorporación de unos 50-100 hombres de la ciudad aunque la cifra de los combatientes se reduzca en la acción a unos 24".
En un memorando del 5 de julio a Rostow, Bowdler resumió el papel de EE.UU. en esos momentos en materia de entrenamiento militar en Bolivia: "El Departamento de Defensa está ayudando a entrenar y equipar un batallón de rangers. Dada la capacidad de absorción de Bolivia, una asistencia militar adicional no parece por ahora aconsejable. [Tres líneas del texto original no se han desclasificado, n. del a.]" Ese mismo 5 de julio, se celebraba una reunión de alto nivel en Washington. Rostow, Bowdler y Peter Jessup (otro miembro del equipo del Consejo de Seguridad Nacional) se reunieron en la Situation Room de la Casa Blanca con representantes del Departamento de Estado, el embajador en Bolivia Henderson, un funcionario del Departamento de Defensa y dos funcionarios de la CIA, Desmond Fitzgerald y William Broe. El grupo decidió que la fuerza de ataque especial que había sido solicitada por Bolivia a sugerencia de la CIA no era aconsejable debido a las objeciones de la Embajada de EE.UU. en La Paz, y decidió también que Estados Unidos se concentrara "en la formación del segundo batallón de rangers con la preparación de una unidad de inteligencia como parte integrante del batallón".
En el resumen de la reunión se estableció que "los esfuerzos de EE.UU. para apoyar el programa de contrainsurgencia en Bolivia contra la guerrilla dirigida por los cubanos debía seguir un enfoque de dos vías: "Junto al equipo de capacitación de dieciséis militares de las Fuerzas Especiales de EE.UU., se debería también proporcionar munición, radios y equipos de comunicaciones con carácter de emergencia previstos en los Programas de Asistencia Militar (MAP) y entregar rápidamente cuatro helicópteros."
Mientras tanto, de vuelta en Washington...
"La CIA nos dice que la última información es que Guevara fue capturado vivo. Después de un breve interrogatorio para establecer su identidad, el general Ovando - jefe de las Fuerzas Armadas Bolivianas - orden ó que lo mataran. Y lo considero est ú pido, pero es comprensible desde un punto de vista boliviano, en vista de los problemas que les ha causado el que se tuviera piedad del comunista francés y correo de Castro, Regis Debray."
- Marca el fin de otro de los agresivos, románticos y revolucionarios como Sukarno, Nkrumah, Ben Bella, y refuerza esta tendencia.
- En el contexto latinoamericano, tendrá un fuerte impacto para disuadir a posibles guerrillas.
- Muestra el acierto de nuestra ayuda de "medicina preventiva" a países que enfrentan una insurgencia incipiente, fue el segundo batallón de rangers boliviano, entrenado por nuestros boinas verdes de junio a septiembre de este año, el que lo arrinconó y lo capturó.
Michael Ratner es presidente del Centro por los Derechos Constitucionales en la Ciudad de Nueva York. Expresidente del National Lawyers Guild, autor de The Trial of Donald Rumsfeld: A Prosecution by Book y coautor de The Pinochet Papers, Against War with Iraq: An Anti-War Primer y Guantanamo: What the World Should Know.
Michael Steven Smith es un abogado que trabaja en la Ciudad de Nueva York, miembro del consejo del Centro por los Derechos Constitucionales. Es autor de Notebook of a Sixties Lawyer: An Unrepentant Memoir y de Selected Writings and Lawyers You'll Like: Putting Human Rights First y coeditor de The Emerging Police State: Resisting Illegitimate Authorityde William Kunstler.
*From Who Killed Che? How the CIA Got Away with Murder , primera edición publicada por OR Books 2011. © 2011 Michael Ratner and Michael Steven Smith.
Traducido del inglés para Rebelión por Atenea Acevedo, S. Seguí y Germán Leyens. Revisado por Caty R.