Las alturas jamás han sido un problema. Cada escalera, cada paso, es una más de las armas que utiliza esta caótica ciudad para pretender detenerte. ¿La torre más alta de América Latina? Tráiganla. Cuando llegues al piso 53 será solamente el principio.
La inmensidad de las calles, su inexplicable movimiento, su crecimiento desorganizado. Parecería que para correr aquí, la única forma de hacer es... Hacia arriba. ¿Quieres subir? Corre sin límites.