Informático, cocinillas y sacerdote. Así se auto-define un salamantino sin pelos en la lengua y con mucho que decir, con la soltura que le caracteriza, sobre cocina e Internet, principalmente. David Albuquerque, más conocido como David Monaguillo, confiesa sus pecados en la Parroquia 2.0, en una bitácora de la Tribuna de Salamanca, en su videoblog… y, a veces, sale de su Salamanca querida para llevar la parroquia “on tour”.
Abanderado de la cocina con productos de la tierra es firme defensor de llamar a las cosas por su nombre, sin rodeos. Es contrario, sin embargo, a los “vendehumos”, los “gastrofiascos” o los “integristas gastronómicos”. Con el sentido del humor y la ironía que le caracterizan, nos ha abierto las puertas de su parroquia-cocina de par en par.
¿Qué ingrediente no puede faltar en tu parroquia?
En ese sentido soy muy cambiante y mis fetiches van por temporadas. Este invierno creo que solo me falto guisarme a mi mismo con un hueso de jamón ibérico. Pero a la que se ha ido acercando el buen tiempo – esto es más bien un decir- ha sido la lima la que se ha hecho un 15M en mi cocina. De forma atemporal nunca puede faltar un buen aceite de oliva virgen extra.
¿Eres más de ajo o cebolla?
Mi madre siempre fue más partidaria de la cebolla y quizá por eso yo también pertenezco a ese bando. Además cada día es más difícil encontrar buenos ajos; entre esta lacra y la fiebre de Crepúsculo, los vampiros están de enhorabuena. De todos modos esta pregunta huele raro
¿Qué prepararías ante una visita inesperada?
Como no me he casado y, por consiguiente, no tengo vídeo de mi boda con el que atormentarlos, marcaría el teléfono de telepizza y se lo pasaría para que hicieran un “pedido inesperado”; así la próxima vez avisan con tiempo, por lo menos para decidir si voy a estar en casa o no.
Hablando en serio, imagino que como cualquier persona, tiraría de conservas, de embutidos ibéricos y de quesos. Botellita de champagne y a “echar la tarde”.
En tu blog, tus vídeos, tu cuenta de Twitter… demuestras que tienes pocos pelos en la lengua. ¿Hay que tener valentía para cocinar bien?
Hay que tener mucha valentía para aguantar la media hora que tarda en pocharse la cebolla o los 45 minutos de meneito que necesita la bechamel de las croquetas, porque hoy en día lo más fácil es recurrir a la quinta gama y evitar esos “problemas”. Cada día hay más restaurantes que lo practican – sin avisar a los clientes- y, para eso, además de valentía, necesitan ser unos temerarios y tener la cara muy dura.
Si la pregunta iba encaminada a la hora de echarle valor para atreverse con platos o arriesgar con nuevos sabores, la respuesta es también un sí rotundo. La cocina, como casi todo, está hecha para los valientes.
¿Un vino que no olvidarás?
Quizá por el momento, por la cocina y por la compañía, recuerdo especialmente una copa de La bota de Palo cortado nº34, que me sirvieron en Diverxo. Palabritas mayores.
¿Con quién te gustaría compartir cocina?
Hace unos meses tuve la oportunidad de asistir a un rodaje de Robinfood y me llevé una gratísima impresión. Un todo terreno en la cocina y además un cachondo mental. Si en la tele contagia ese buen rollo, traértelo a casa para marcarte una Jam Session debe ser el descojono padre.
¿Una canción para cocinar (o para cantar entre pucheros)?
Te podría hacer un “las 101 mejores canciones para cocinar” todos los años, porque cada semana se me pega una diferente.
Contesto a lo presentador de radio acelerado “Ahora mismo, en las pistas de mi cocina, lo que más suena es “ Emborracharme” de Lori Meyers.”
Aunque Salamanca es una tierra en la que se come de maravilla, ¿a qué país viajarías para probar su gastronomía?
Se come de maravilla si sabes donde ir, pero vamos a dejarlo estar. Me pongo malísimo solo de pensar todos los países que me gustaría visitar. Pero pongamos que Thailandia.
¿En qué película te infiltrarías para probar un plato?
Por salirme un poco de los clásicos que todo el mundo usa en estos casos. Tiraré de “España cañí”. Me infiltraría en Atún y Chocolate de Pablo Carbonell, para empujarme las típicas tapitas de atún de las tascas de pescadores de Barbate.
Mójate… Recomienda un blog y una cuenta de Twitter.
Soy muy fan del blog “Mercado Calabajío”. Cocinan esas recetas de siempre, que muchos están olvidando; Textos sin “rijosismos y excentricidades”, fotos honestas, sin artificios y, en las que los ingredientes y la elaboración – y no el atrezo-, son lo primero.
En cuanto a la cuenta de Twitter: @JessMeliton . Su bio es tan corta que lo dice todo: “Modelo de Burda. Gastrotrendy. Gastrocanapero”. Un hombre de los que ya no quedan.
¿Qué puchero hay que cocinar para ser un auténtico monaguillo?
Soy muy fan de los guisos, incluso en verano; pero supongo que por tradición unas alubias con pulpo. Tan simple como cocinar las judías con verdura, que después retiraremos y, por otra parte, hacer una especie de salsa verde con el agua de cocer el pulpo, ajo, cebolla, perejil y fino. Al final unimos todo y preparamos mucho pan.
La entrevista a David Monaguillo nos ha recordado al embutido casero. ¿Por qué no hacerlo en casa?