Las infinitas autopsias de Balzac, Christopher Domínguez Michael
No hay vida de Balzac pero existe, gracias a esa erudición bibliográfica francesa casi inventada exclusivamente para él, una Ciencia de Balzac. La medida de su mundo provoca y resucita todas las artes y las ciencias de los siglos XVIII, XIX y XX. La comedia humana es una cartografía de París, una geografía francesa, una frenología del carácter: un psicoanálisis de la transgresión, una medicina y una psiquiatría; un arte de la impresión, de la tipografía y de la caricatura; un manual de periodismo, un examen de la edición moderna, una lucha por los derechos de autor, una historia política de las revoluciones europeas entre 1789 y 1848; un catecismo de la Iglesia, una radiografía del clero, una crítica a la monarquía y una pedagogía del socialismo utópico. También es la historia de las mil y una quiebras, una estadística de la mediocracia, una genealogía del honor, como tantos otros ejercicios de estilo. Desde el doctor Cabanès, quien destrozó su cadáver, hasta Rolland Barthes, que destripóSarrasine, no hay médico forense que salga de las infinitas autopsias de Balzac con las manos vacías. Y una vez abandonada en la mesa de disección, como la virginidad de una hurí, la materia novelesca recobra su himen, reconstituye sus tejidos y vuelve a cerrar el misterio de sus órganos.Christopher Domínguez MichaelProposiciones sobre BalzacLitografía de Honoré de Balzac
Pablo Picasso, 1952En Hermida Editores están publicando La Comedia humana de Honoré de Balzac