Estoy hablando de competencia en el sentido de su vínculo con capacidad, pericia, habilidad o destreza.
Estoy hablando de Aprender.
Esta acción que parece tan conocida, tan cercana a los seres humanos, no es, ni tan conocida ni tan cercana.
Y esto sucede porque habitualmente, ignoramos los mecanismos internos que no nos permiten desarrollarla, como es necesario.
Aprender y vivir son dos conceptos inseparables. Meter Wrycza
Y esta frase de Wrycza nos muestra con claridad, el por qué de esa necesidad.
Esos mecanismos a los que aludo, son Nuestros Enemigos Del Aprendizaje.
No somos concientes de ellos, esa es la razón por la cual, en la mayoría de los casos, nos cuesta vencerlos. Nos pasan desapercibidos, por ende, no conocemos su fuerza, su poder y su efecto en nuestros procesos de aprendizaje.
Mi formación y trabajo como Coach, me permitió adquirir esta información y hace disponible en mí, un observador atento a las situaciones que se me presentan día a día con mis amados seres humanos, respectivamente.
Para definitivamente, Aprender, necesitamos primero Des-aprender.
Se trata de obtener la habilidad de “soltar” nuestras estructuras mentales –las que venimos usando desde que las adquirimos, hace muchos años- y que en la situación que estemos evaluando, están siendo inefectivas.
Esta es una de las acciones poderosas que desarrolla El Coach Ontológico.
El cuestiona, con respeto, las formas en que las personas perciben sus realidades y situaciones, para que puedan modificar sus estrategias estáticas, que les pueden haber dado resultado, en el pasado, pero que no se lo están dando al momento del conflicto. De esta forma, el Coachee se nutre de nuevas posibilidades de Ser y Hacer que le son más efectivas a los fines de reunirse con el resultado deseado.
Educar no es llenar una olla, sino encender el fuego. William Butler Yeats
Cuidado. No confundas la libertad que tendrás con un Coach, quien no te va a juzgar ni contradecir, con que no te guiará a través de tu aprendizaje transformacional necesario para tu crecimiento (cambiar tu Ser para Hacer de una manera más productiva).
Aprender es desarrollar la capacidad de transformar tus acciones inefectivas en acciones efectivas dentro de una situación de insatisfacción.
Dentro de los Enemigos del Aprendizaje, uno de los Dominios del Saber ocupa un lugar determinante: desde el inicio del proceso del aprendizaje y durante todo su transcurso.
Los dominios del Saber son cuatro:
Ceguera Cognitiva: “No sé que no sé”.
Ignorancia: “Sé que no sé”.
Saber: “Sé que sé”.
Ceguera del Saber: “No sé que sé”.
Cada una de estas posibilidades determina si lograremos aprender o no, pero hoy quiero que intentemos vencer a la más negativa en sus efectos…
La ceguera cognitiva: “No sé que no sé”… y creo saber…
Cuando, en un ámbito, sufrimos de Ceguera Cognitiva…, tenemos los siguientes comportamientos –y repito que no nos damos cuenta de lo que nos está pasando-:
a) No escuchamos a los que nos quieren ayudar. Creemos que sí lo hacemos pero…, en vez de intentar rever lo que nos dijeron, comenzamos a esgrimir nuestros “peros” y damos explicaciones intentando convencer al otro de que no entiende lo que queremos decir, que ya hemos visto lo que nos indica y lo estamos teniendo en cuenta (mostrando que no hace falta que nos lo diga)
b) Aunque apreciemos a la persona a quien hemos pedido ayuda (aquí nos situamos en el “Sé que no Sé” y esa actitud es altamente productiva), no podemos evitar que nos moleste internamente cuando nos dice algo que no queremos oír.
c) Pedimos ayuda haciendo advertencias para prevenir que se nos hable de lo que no queremos, tipo “De este aspecto no me digas nada”. Condicionamos la ayuda.
Si tu mente está llena de conocimiento, estás siempre preparado para nada. Si está abierta, como la de los principiantes, estás disponible para todo. En la mente de los principiantes están las mayores posibilidades; en la mente de los expertos hay pocas. S. Suzuki
Tu disponibilidad para aprender:
Declará tu ignorancia.
Cuando pidas ayuda, no limites al ayudador.
Mantené la postura de ignorante para que puedas situarte rápidamente en la de principiante (el que tiene posibilidades de aprender).
Revisá tu humildad y tu arrogancia.
Tomá contacto con tu molestia interna con lo que te aporta el que te ayuda.
Recordá que aunque hayas escuchado mil veces hablar sobre un tema, siempre –sin excepción- encontrarás algo que no has escuchado antes. Si entrás en la ceguera cognitiva, ella te obnubilará y no te permitirá aprovechar lo que hay ahí.
Podés decidir, vaciar tu mente de lo que creés que ya sabés y… aprender.
O…
Podés mantener tu vieja e improductiva postura, comenzando por leer este artículo poniéndote a la defensiva y desaprovechar esta oportunidad.
Vos elegís, y una manera poderosa de llevar a cabo nuestras elecciones es…
Sopesar cuáles serán las consecuencias.
Los hombres nacen suaves y flexibles.
En la muerte son rígidos y duros.
Las plantas nacen tiernas y dóciles.
En la muerte son secas y quebradizas.
Entonces, cualquiera que sea rígido e inflexible es un discípulo de la muerte. Cualquiera que sea suave, abierto y flexible es un discípulo de la vida
LaoTse, Tao Te King.
¿Qué postura vas a elegir?
Por el placer de compartir.