(Juan Jesús de Cózar). Llevaba tiempo deseando conocer a Antonio Cuadri. La casualidad –o la causalidad– me presentó la ocasión recientemente, con motivo de un “pase técnico” de su última película, actualmente en fase de posproducción. Se titula “Thomas vive” y pude verla con él y su equipo en un clima familiar. Me encantó, pero no puedo adelantar nada. Así que prometo una amplia reseña en los días previos a su estreno.
Cuadri tiene un largo curriculum. Sus más de 60 producciones (entre películas, videoclips y series de televisión) han obtenido numerosos galardones, además de recibir en cuatro ocasiones el “Premio Ondas”: en 1996 por “Lo + Plus”, en 1997 por “Las noticias del Guiñol”, en 2000 por “Desesperado Club-Social” y en 2001 por “Al salir de clase”.
A sus 53 años, este onubense de Trigueros –“una especie de república independiente emocional”, como le gusta decir–, desprende un entusiasmo contagioso. No se trata de un cándido vitalismo, porque la vida no le ha ahorrado dolorosos trances familiares. Tampoco es la inconsciencia del superficial, que navega sobre un mar de sentimientos efímeros. Ni la ingenuidad de quien piensa que “todo vale“ en la vida… y en el cine.
Para un director de cine, la mirada es esencial, y los inquietos “ojillos” de Antonio parecen querer escudriñarlo todo. Una saludable deformación profesional que en 2011 le facilitó un importante cambio de perspectiva. El reencuentro con un amigo después de 20 años y su participación en la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en Madrid, se demostraron decisivos en esa transformación: “Cuando Benedicto XVI, en El Escorial, habló del eclipse de Dios que vive hoy Occidente, me pareció muy profundo: dice mucho en pocas palabras. Sí, un eclipse es una zona de oscuridad… pero esta oscuridad termina, tarde o temprano, y vuelve el sol: el Astro Rey siempre resplandece. Ahí estamos hoy.”
Y el sol volvió a resplandecer para Antonio después de 15 años de sombras: “Me volví a confesar (…) Para mí fue necesario y gratificante. Creo en la oración, que es un regalo, un don, como la fe. Rezo pidiendo luz, gracia, poder distinguir lo que cambiar de lo que no, pidiendo valor y paz para concentrarme allí donde puedo intervenir.”
Las consecuencias cinematográficas de esta nueva “visión” de Antonio no se hicieron esperar, y en 2012 nos regaló un magnífico cortometraje titulado “Hay mucha gente buena” (lo puedes ver en este enlace). En 2014 tiene previsto el estreno de la citada “Thomas vive” (abajo tenéis el tráiler), original largometraje que recrea una jornada de ensayo de una compañía de teatro, que representa una obra sobre los últimos días de Santo Tomás Moro.
Y en 2015… No sabemos, pero en más de una oportunidad Antonio ha expresado su admiración por Margherita Lotti (Rita de Casia) y su interés por realizar una adaptación a la época actual de la historia de esta santa italiana. La esperamos porque, como Thomas, también Antonio vive.