"Hollywood ha creado una cultura cuasi universal. Queremos que nuestros valores tengan ese desarrollo".
Con estas palabras ambiciosas, Cristina argumentaba el por qué de semejante inversión. ¿Cómo llegó Hollywood a constituirse como emblema de una cultura cuasi universal? Esto también tiene que ver con la lucha que se tiene que entablar para poder posicionar al cine nacional en el lugar que merece.
Néstor García Canclini en su obra "Diferentes, desiguales y desconectados", dentro del relato de las paradojas que encerraban (y encierran) la globalización, describía cómo el cine estadounidense desplazaba al cine latinoamericano:"En el campo cinematografico, el predominio mundial del cine estadounidense desde la posguerra se convirtió en oligopolio a partir de la década de 1980 al controlar conjuntamente la producción, la distribución y la exhibición en más de un centenar de países."Mientras EEUU exige absoluta liberación de los mercados, sin cuotas de pantalla ni ninguna política de protección para las peliculas nacionales, el sistema de distribución y exhibición estadounidense combina varios factores para asegurar un rígido favoritismo a los filmes de su país."Las nuevas facilidades concedidas a las inversiones extranjeras por las políticas de desregulación de los gobiernos latinoamericanos a partir de la década de 1980, que propiciaron altas inversiones estadounidenses, canadienses y australianas en la construcción de conjuntos de multisalas de cine en ciudades grandes y medianas de la región. Los capitales transnacionales someten así la programación a la uniformidad de la oferta internacional más exitosa y quitan tiempo de pantalla a otras cinematografías""El predominio del cine estadounidense en México y en América latina también se logra mediante otros dispositivos de control de los mercados. Uno de ellos es el conocido como block booking, la contratación por paquetes de películas. Quiere decir que las distribuidoras, para vender, por ejemplo, El hombre araña o Jurassic Park, obligan a las salas a comprar 30 filmes de bajo interés o calidad, y a programar ese repertorio durante los meses de mayor público. Si un exhibidor nacional coloca filmes no estadounidenses en las semanas preferentes, será <<sancionado>> por las distribuidoras de EEUU privándolo de los exitos de taquilla generados por Hollywood"