La creencia de la no creencia

El mundo se divide entre gente que:
Cree en los periódicos pero no cree en Dios
Cree en los periódicos y cree en Dios
Cree en Dios y no cree en los periódicos
Cree en los periódicos en los que no cree
Hay gente que cree en el mejor amigo pero no cree en Dios, cuando es muchísima más dudosa la terrenal palabra de un mejor amigo.
También están los nihilistas y los solipsistas, que son de lo más creíble en este mundo.
Todavía no he encontrado a una persona que no creyera en nada, siquiera en sí misma, supongo que de encontrarla, no me lo creería.
El mundo, para funcionar, necesita que todos tuvieran una creencia, hay que ser de River o de Boca, católico o ateo, de Kiss o de Queen, de Riquelme o de Palermo, casado o soltero, menotista o tramposo, bielsista o inteligente, radical o bicicletero, en fin.
En caso contrario, los vendedores de revistas se quedarían sin empleo.
Yo soy de los que llegan al quiosco cuando ya se vendieron todas las revistas.