Las falsas soluciones y los intereses empresariales podrían impedir un acuerdo justo
Delegaciones de todo el mundo se reúnen durante estas dos semanas en Doha, Catar, para continuar con las negociaciones anuales de Naciones Unidas sobre cambio climático. Amigos de la Tierra Internacional muestra su preocupación por el estancamiento de los acuerdos e insta a los países industrializados a tomar la iniciativa para detener la devastación climática y evitar los peores impactos del calentamiento.
Las negociaciones sobre cambio climático de la ONU, que comenzaron hace 20 años, han avanzado muy poco. En este tiempo no solo no se han logrado medidas concretas para frenar el cambio climático, sino que los acuerdos están experimentando un fuerte retroceso. El texto sobre el que se trabaja en estos momentos se lanzará en 2015 y probablemente no entrará en vigor hasta 2020.
En la misma línea, algunos gobiernos industrializados buscan debilitar el marco de reducción de emisiones de CO2 a todos los niveles a través del apoyo e implementación de falsas soluciones como la compensación de emisiones, ejemplo de mecanismo que es utilizado como parche para intentar reducir las emisiones de gases.
“Las emisiones mundiales tendrán que alcanzar su nivel máximo alrededor de 2015, y empezar a disminuir de forma inmediata si queremos tener posibilidades de evitar los impactos más graves del cambio climático. Los gobiernos de todo el mundo tienen en sus manos la posibilidad de reconducir la situación antes de que el Planeta entre en procesos internos irreversibles que podrán causar una destrucción y un sufrimiento sin precedentes” declaró Hector de Prado, responsable del área de Cambio Climático de Amigos de la Tierra.
Sarah-Jayne Clifton, coordinadora internacional del programa Justicia Climática de Amigos de la Tierra Internacional, afirmó: “la hecatombe provocada por el huracán Sandy o las inundaciones devastadoras en Nigeria son efectos cada vez más frecuentes del cambio climático. Las emisiones de dióxido de carbono han alcanzado un nivel récord. En estos momentos, nos encaminamos hacia los 6 grados, una temperatura que puede provocar grandes desastres por todo el planeta. Lamentablemente, los países industrializados, encabezados por Estados Unidos, están desmantelando el marco internacional, en lugar de tomar medidas justas y urgentes. No es un secreto que la mayoría de los gobiernos continúa apoyando y promoviendo unas políticas que aceleran la crisis climática, desde la extracción de combustibles fósiles como el petróleo y el gas, hasta el comercio de carbono, los agrocombustibles, la agricultura industrial a gran escala o las plantaciones de ‘desiertos verdes’”.
Estados Unidos, Australia, Canadá y Japón continúan siendo los principales actores que impiden cualquier progreso en la Cumbre de la ONU. Por su parte, Europa se comprometió a un objetivo de reducción de emisiones, sin embargo al contrario de lo que pudiera parecer, este objetivo sigue permitiendo el aumento de las mismas. Además, el viejo continente sigue promoviendo la expansión del comercio de carbono, una cortina de humo que beneficia exclusivamente a las grandes empresas y a las élites financieras. Las falsas soluciones parecen estar al orden del día, y son de las pocas medidas que convencen a gran parte de los países que participan en las negociaciones. Mientras, los Gobiernos hacen caso omiso de las voces de la gente que resiste a la imposición de proyectos que aceleran el cambio climático, provocan el acaparamiento de tierras, el desplazamiento de las comunidades y la destrucción ambiental.
Amigos de la Tierra Internacional exige a los gobiernos que, de una vez por todas, avancen de forma urgente para lograr un acuerdo justo y ambicioso: reducción de emisiones de acuerdo con la ciencia y la equidad; financiación pública adecuada para la adaptación al cambio climático de los países más vulnerables; transferencia de tecnología, y poner fin al comercio de carbono. Todas estas medidas son necesarias para avanzar hacia la transformación de nuestras economías, para promover alternativas reales de energías renovables y de soberanía alimentaria y para reducir las emisiones al tiempo que se mejora la salud y el bienestar de todos. El tiempo se acaba. A menos que se logre una acción urgente, los gobiernos perderán la confianza de la sociedad por no ser capaces de tomar medidas que protejan los intereses de la gente y del medio ambiente.