Hay algunos aspectos claros sobre la depravación, quizás no es del todo conveniente basarla en una sola epístola, aunque sin duda Romanos tiene mucho que decir al respecto.
La depravación actúa de una manera total, incapacitando al individuo en extremo o si es solo una consecuencia del pecado su intención es ir mermando la conciencia del individuo. Hay unas consecuencias del pecado y en la medida que pecamos nos vamos depravando, eso forma parte del libre albedrío del hombre cuyo efecto colateral muchas veces es desbastador y otras increíble, dependerá en que niveles este actuando en el individuo. Hay una toma de consciencia y de conciencia en el individuo que procesa la fé, eso le hace ser consciente del pecado que mora en el y hasta donde lo puede ir dominando. Algo que cuando no se procesa no se llega totalmente a tener esa toma de conciencia, en definitiva el creyente sabe que es pecador y lo tiene en cuenta el no creyente a grandes rasgos ni se lo ha planteado. En la vida todo es un proceso, la corrupción empieza por acciones pequeñas y poco significativas que van trasformando y deteriorando al individuo. La naturaleza depravada está en constante lucha con el individuo, creo que no avanzamos a mas si no que nuestro desarrollo histórico gira en círculos. De ahí que la palabra de Dios comenta que "No hay justo ni aun uno", por ello la depravación del hombre te habla también de que hay un plan operativo de salvación, la obra de Jesús,. Si la depravación es un proceso, la salvación y santidad es otro la oscilación dependerá hacia que sector nos decantemos.