Revista Cultura y Ocio

La desafortunada muerte de Oscar Wilde

Publicado el 05 diciembre 2013 por Imosver

La desafortunada muerte de Oscar Wilde

Oscar Wilde (Dublín 1854-París 1900), fue un escritor, poeta y dramaturgo irlandés, y uno de los más destacados en el Londres Victoriano tardío.

Entre sus obras encontramos verdaderas maravillas de la literatura, como por ejemplo la obra de teatro La importancia de llamarse Ernesto o su única novela, El retrato de Dorian Gray.

Wilde destacó por su inteligencia y facilidad por los idiomas desde muy joven. Recibió su educación en casa, y más tarde ingresó en la Port Royal School de Enniskillen y Trinity College, ambas en Irlanda, yendo posteriormente a estudiar a Oxford.

Oscar Wilde tuvo compañías más acertadas que otras. Una de ellas, fue la causa indirecta de su muerte: Alfred Douglas, un joven con el que solía verse, y el padre del cual insultó a Wilde dando a entender que era homosexual. Como contrapartida, y alentado por Douglas, Wilde inició un juicio contra su padre (que también era Lord y Marqués de Queensberry) por calumnia, pero el juicio dio un giro y se acabó convirtiendo en un juicio contra el propio Wilde, acusado ante todos del “peor de los pecados” (la homosexualidad) y contra lo que denominaron entonces como “literatura amoral”.

Así, en 1895, Wilde fue condenado a prisión y dos años de trabajos forzados en la cárcel de Reading, sentencia que cumplió por completo sin clemencia alguna y que supuso la pérdida de todos los logros que consiguió como escritor.

Habiendo cumplido la sentencia, en 1897 emigró a París, donde quedó arruinado, física y espiritualmente, entregado al alcohol, con serios problemas de salud, y donde finalmente murió indigente en 1900, el mismo año en que murió Nietzche.

En 2008, más de un siglo después de su muerte, el nieto de Oscar Wilde publicó las actas del juicio por el que se condenó a Oscar Wilde, quedando a la luz todo lo que hasta entonces no se conocía, y dándonos a conocer que, en realidad, los motivos por los que fue condenado no habrían sido suficientes para hacerlo en ningún otro juicio.


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