Bué, por fin Román se ha dignado a darle descanso a este pobre trabajador de los libros que se empeña en robarle horas al ocio con tal de seguir las últimas renqueras futbolísticas del eterno |10| del Boca Juniors de la Argentina. Shisho nana, poreshito.
Por darle a Boca todo lo que puede terminó arriesgando más de lo que tiene y, según informan, perderá Estudiantes, Corinthians, y River Plate, aunque es probable que también perdiera Corinthians II. Una noticia que derrumba a los bosteros ya que con la ausencia del dr. Román el equipo queda diezmado.
Boca empató en cero contra Belgrano de Córdoba en la bombo mostrando algunas cosas positivas y otras negativas. Por un lado, no recibió goles en contra ni sufrió en exceso, y además convirtió un gol que invalidaron los jueces de manera razonable aunque equivocada. Por otro lado, las lesiones constantes de los futbolistas, ahora fueron Caruzzo, Riquelme, y Ervitti los que se sumaron a los ya lesionados Erbes, Pérez, Ledesma, Rivero, Ribair, Clemente, y capaz que me olvido de alguno.
Algunos atribuyen las lesiones al estrés, otros al azar, lo cierto es que la cantidad de lesiones que acumulan los equipos de Bianchi ya no pueden atribuírseles a la casualidad. Tal vez la preparación física llevada al límite tiene la ventaja de que el jugador estará físicamente impecable siempre que no tuviera lesiones. Y es que no se puede especular con que el jugador se va a lesionar y abandonar el trabajo para impedirlo.
Sería interesante hablar acerca de la manera en que en la actualidad algunos preparadores físicos desechan el trabajo preconcebido y lo reemplazan por uno acorde a cada individuo y necesidad. El fútbol está aprendiendo de otros deportes en ese aspecto, donde los preparadores físicos observan tanto el mínimo defecto postural del atleta como los aspectos ambientales. Hacerme acordar de desarrollar el tema.
Mañana pongo los pocos minutos que jugó Riquelme a quien todos deseamos una pronta recuperación.