
¿Puede una mentira imprudente conducir al amor eterno? Julia Colton se casó a los dieciséis años con el séptimo duque de Colton, Nicholas Francis Seaton, conocido como el duque depravado. Tras el matrimonio, él le pide dos cosas: dormir en habitaciones separadas y libertad para estar con otras mujeres sin que ella se moleste. Julia no esperaba mucho más, apenas se conocían y su matrimonio fue un acuerdo entre familias. Pero ahora, ocho años después, su marido es un extraño, y ella está enfadada y aburrida. Así que tiene un plan para seducir al marido que la ignora. Un plan bastante indecoroso pero increíblemente placentero:
• Aprender los secretos más íntimos de la cortesana más importante de Londres.
• Hacerse pasar por cortesana, tomando el nombre de Juliet Leighton. • Viajar a Venecia y localizar a su marido.
• Seducir a su marido, concebir un heredero y así, asegurarse el futuro. Lo que empieza siendo un tormentoso flirteo termina convirtiéndose en una auténtica pasión, y el sentimiento es mutuo… ¿descubrirá la duquesa cortesana el amor de su vida en el hombre con el que se casó?


La protagonista me resulto boba y el protagonista, el famoso “Duque depravado” es tan, pero tan tonto que tiene pensamientos tipo “pude tener sexo salvaje con mi esposa mientras fingió ser cortesana pero ahora que sé que es mi esposa sólo tendré relaciones con ella con la luz apagada y bajo las sabanas”. ¿En serio? Sus pensamientos se me hacían tan ridículos que me fue imposible no poner los ojos en blanco una y otra vez.
Y luego el villano de la historia fue tan equis que siento que la autora lo puso ahí de pasadita nada más para no terminar la historia tan simple y ponerle algo de “sabor”.
No me agrada mucho hacer este tipo de reseñas pero de verdad que hasta espere dos días antes de hacer la reseña para ver si mi molestia pasaba pero en lugar de eso descubrí que el libro no movió ni uno solo de mis pelos.


