'La Estrella' de Javi Araguz e Isabel Hierro

Edición: Viceversa, junio 2011, 18’50€

En un mundo donde las montañas y los valles cambian de sitio a diario, algo está pasando. Las rupturas de La Quietud son cada vez más frecuentes y comienzan a traspasar los Límites Seguros, y las personas comienzan a desaparecer mientras Lan tiene que hacer algo por evitar la catástrofe. En medio de todo esto, fuera de los Límites Seguros se encuentran los errantes, los únicos capaces de sobrevivir en el mundo cambiante. Recorren los caminos de pueblo en pueblo yendo siempre por La Quietud, por caminos seguros que solo ellos conocen. Lan descubre un secreto que la llevará a tomar una decisión difícil: hacer lo que nadie espera, ya que es la única que sabe cómo detenerlo todo. Con ayuda de un sin nombre podrá enfrentarse a cualquier peligro con el que se encuentre.

El primer y más llamativo gancho de este libro es la relación entre la protagonista y el chico que la salva. Parece cosa de matemáticas: chica de pueblo y chico misterioso, no podía ser de otro modo. El desarrollo de sus sentimientos resulta demasiado previsible, aunque sorprende poco a poco conforme van pasando las páginas; y así hasta el maravilloso desenlace, totalmente inesperado. Otro de los puntos fuertes que destacaría de la novela es que rompe con tópicos y ofrece así un argumento nuevo y refrescante. Los jóvenes estamos hartos de que se nos presenten mundos fantásticos muy parecidos o iguales a nuestra propia realidad, y por suerte en La Estrella la Linde cambia constantemente y mantiene a los habitantes dependientes, a vida o muerte, de sus cambios caprichosos. Me parece una perspectiva muy original de un mundo en decadencia. También me gustaría señalar que Isabel Hierro y Javi Araguz, a pesar de ser la primera vez que trabajan juntos, han logrado una obra que consigue hacerse con el lector desde la primera página. La he devorado en un suspiro e incluso he sentido la tentación de releerla; todavía me acuerdo de aquellos momentos de tensión en los que notaba mi corazón en un puño luchando al lado de los protagonistas y sufriendo todas sus heridas. Sin embargo, si bien los autores intentan crear un pequeño triángulo amoroso, éste no adquiere la suficiente relevancia, y es por eso que, en aras de una mayor profundización en el argumento principal, tal vez hubiera sido mejor prescindir de esa pequeña trama romántica. En cuanto a los personajes secundarios, ninguno marca radicalmente los giros del argumento, conducidos casi siempre por Lan y el secuestrador. Así las cosas, no hubieran venido mal unas cuantas páginas más para llegar a conocer con mayor detalle la cultura del universo en el que se enmarca la historia y a alguien más del elenco principal, como los amigos de Lan o algún otro errante. Quizá eso me hubiera ayudado a coger más cariño a la novela y meterme en ella antes de lo que lo hice.

A pesar de estas últimas impresiones y del tinte apocalíptico del libro, nada dulcificado, tengo que admitir que La Estrella es tan real como la vida misma. Y ahora la pregunta es: ¿habrá una segunda parte? Los escritores no han confirmado nada, pero sí han dejado una puerta abierta. Quién sabe. Lo que parece claro es que los lectores han creado dos bandos: los que se inclinan por que la obra sea autoconclusiva y los que prefieren que tenga una continuación.