Respecto a la depresión, tres son los raíles por donde debe moverse el sistema familiar para no propiciar esa patología:
- 1.- Pedagogía de la frustración
En primer lugar, hay que educar para admitir el fallo y el error. No somos perfectos ni podemos conseguir la perfección en todas nuestras acciones. Desde las propias limitaciones es desde donde podemos construir una vida exitosa. Además, no siempre podremos evitar las contrariedades propias de la existencia humana, sino que debemos aprender a vivir con ellas.![Una familia sana y funcional puede ayudar a evitar la depresión. la familia antidepresiva](https://1.bp.blogspot.com/-r2KUWNBrPE0/VZPjX0bTH3I/AAAAAAAAA1I/PaksodvW8b4/s320/salud-emocional-209.gif)
En la vida ocurre como con las vacunas: una pequeña dosis (de malestar, dificultad, contratiempo y fallos) es necesaria para que el niño se inmunice y elabore los mecanismos psicológicos más apropiados para ser feliz. De esta manera, de mayor, sentirá que está ‘vacunado’ contra el fracaso.
- 2.- Valoración de los miembros de la familia
Otro raíl por el que debe moverse la estructura familiar es la valoración de sus miembros, en especial de los más pequeños. El niño debe sentirse querido y valorado, no por lo que hace (buenas notas, buena conducta, etc.) sino por lo que es: nuestro hijo.
Un mensaje antidepresivo es: “Te quiero porque eres mi hijo, no por lo que haces o consigas”. De esta manera, reforzaremos el “yo” del niño y lo capacitaremos para que descubra sus verdaderas posibilidades, en la certeza de que siempre habrá alguien que lo quiera: sus padres.