La felicidad está dentro de uno mismo no al lado de alguien

¿Cuántas veces has escuchado la frase “la felicidad está dentro de uno mismo”? Seguramente unas cuantas y es que aunque sea una frase muy trillada es una realidad que a veces cuesta ponerla en práctica en nuestro día a día.

Antes de continuar me gustaría mencionar que a diferencia de lo que muchas personas pueden pensar, la felicidad no es un estado permanente ni estable. Por lo que es mentira que una vez que la alcancemos vamos a sentirnos siempre como lo deseamos.
Así como la felicidad, el dolor también es parte de la vida y nadie está exento de las dificultades y los golpes duros que esta pueda traer consigo en ocasiones.
Más bien, la felicidad consiste en saber disfrutar esos momentos de alegría, vivírlos plenamente, aceptarnos, amarnos y tratar de estar en armonía con nosotros mismos y con los demás.
En este punto, la actitud que tomamos ante la vida es sumamente importante para sentirnos en equilibrio y armonía a pesar de los retos y dificultades que se nos puedan atravesar en el camino.

¿La felicidad está dentro de uno mismo y no al lado de alguien?

La respuesta a esta pregunta es que sí, si podemos ser felices sin tener que tener a alguien a nuestro lado.
Hay personas que tienen la creencia de que sino tienen una pareja a su lado no pueden sentirse felices. La realidad es que cuando no sabemos ser felices estando solos, tampoco podremos estarlo estando al lado de alguien.
Según Lyubomirsky, quien dirige el laboratorio de psicología positiva de la Universidad de California, los eventos que nos ocurren en la vida son responsables únicamente del 10% de nuestra felicidad, todo lo demás depende de nuestra propia actitud ante estos.
Lo que condiciona nuestra felicidad son otra serie de aspectos que dependen de nosotros mismos como nuestras creencias, nuestra forma de pensar, nuestras decisiones y actitudes.
Por lo que es importante que identifiques aquellas creencias irracionales que tienes arraigadas y que limitan tu propio bienestar.
Las personas que tienen la creencia de que solo pueden sentirse felices estando en una relación amorosa suelen volverse más dependientes de la pareja.
Estas personas, al poner todo su bienestar en las manos de su pareja tienen más probabilidades de sufrir constantemente ya que literalmente su bienestar va a depender exclusivamente de lo que haga o deje de hacer el otro.
Esto termina por comprobar una vez más que la felicidad no se encuentra al lado de alguien y todos podemos ser responsables de experimentarla o no.
Es decir, a pesar de lo que haga o deje de hacer mi pareja e incluso aún sin tener una pareja, nosotros somos los que decidimos o no hacer cosas a nuestro favor para aumentar nuestro bienestar y felicidad personal.
Por otro lado, es necesario mencionar de que sin lugar a dudas algo que influye en nuestro bienestar emocional es relacionarnos con los demás ya que somos seres sociales por naturaleza.
En menor o mayor cantidad, necesitamos relacionarnos con otras personas y crear relaciones significativas, por eso tener amigos y un círculo social del cual nos sentimos parte es un factor importante que ayuda a la felicidad.
Sin embargo, una cosa es compartir experiencias de vida con los demás sintiéndonos completos y plenos y otra muy distinta es tener la necesidad de que llegue una persona a nuestra vida (media naranja) a intentar completarnos y regalarnos felicidad.
Tal vez el día que comencemos a ser conscientes de esto y de que antes de preocuparnos por encontrar a alguien con quien compartir la vida, nos preocupemos primero de trabajar en aumentar nuestro propio crecimiento personal para experimentar más momentos de felicidad y equilibrio emocional.
En realidad ser feliz no cuesta nada, todo es cuestión de percepción, ¿por qué no ayudarnos a mejorarla si únicamente el 10% de esta no depende de nosotros?
Te invito a hacer una pequeña reflexión acerca de ello, sobre todo si tienes muy marcada la creencia de que no puedes llegar a sentirte feliz y pleno(a) sin otra persona a tu lado.
Recuerda que todos somos responsables de nuestra propia felicidad y podemos hacer lo que esté en nuestras manos para experimentarla al máximo.
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Gracias por quedarte hasta el final, si te gustó este post por favor no dudes en compartirlo para dar a conocer esta pequeña reflexión a más personas. ¡Hasta pronto!