Revista Expatriados

La formación intelectual de los khmeres rojos (2)

Por Tiburciosamsa

Los estudiantes camboyanos en Paris se agrupaban en la Asociación de Estudiantes Khmeres. Dentro de ésta se formó un grupo secreto en el otoño de 1951, el Círculo Marxista, cuyos líderes más activos eran Pol Pot, Ieng Sary, Son Sen, Hou Yuon, los tres hermanos Khieu, Rath Samoeun y Thiounn Mumm. El Círculo funcionaba mediante células de hasta seis miembros, independientes entre sí, de manera que muy pocos tenían una idea de conjunto de la organización.

Un atisbo de las ideas con las que salieron de Francia nos lo dan las disertaciones doctorales que escribieron Hou Yuon y Khieu Samphan, tal vez los más brillantes e intelectuales de todos los estudiantes camboyanos que pasaron por Francia. La tesis de Hou Yuon es de 1955 y se titula “Los campesinos camboyanos y sus perspectivas para la modernización”. En ella Hou Yuon rechaza el punto de vista habitual de que la urbanización y la industrialización son los precursores necesarios del desarrollo. Aquí tenemos un adelanto de la insistencia de los khmeres rojos en apoyarse en los campesinos. La tesis de Khieu Samphan es de 1959 y se titula “La economía y el desarrollo industrial de Camboya”. Aquí Samphan defiende que Camboya debe ser autárquica y cortar su dependencia económica del mundo desarrollado. La autarquía y la insistencia en valerse sólo de sus propias fuerzas serían dos puntos clave de las políticas de los khmeres rojos.

Me ha llamado la atención que a su regreso a Camboya muchos de los líderes khmeres rojos se dedicaron a la enseñanza en diversos establecimientos. Pol Pot dio clases de francés, Historia, geografía y formación ciudadana en un colegio privado. Su mujer Khieu Ponnary enseñó literatura en el Liceo Sisowath. Ieng Sary, Yun Yat, Ta Mok, Hou Yuon, Khieu Samphan, Son Sen, Hu Nim, Vorn Vet, Duch, Uch Ven y Ya también se dedicaron a la enseñanza. Llama la atención esta concentración profesional en la educación cuando, con sus títulos adquiridos en Francia y sus contactos, hubieran podido conseguir mejores puestos de trabajos. Es posible que en la elección de esta carrera profesional influyesen objetivos revolucionarios: la enseñanza les permitiría estar en contacto con las jóvenes generaciones e infundirles sus ideas, cosa que hicieron con entusiasmo. En general, sus ex-alumnos les recuerdan como profesores muy dedicados, muy humanos y muy politizados. Desgraciadamente, conservarían la dedicación y la politización, pero la humanidad se les iría por el camino.

En los años 50 y 60 el comunismo camboyano sería muy dependiente de Vietnam del Norte, hasta el punto de que sin su ayuda tal vez no hubiera sobrevivido a la represión que dirigió contra él Norodom Sihanouk. El comunismo vietnamita también mamó del estalinismo prevalente tras la II Guerra Mundial y en los años 50 y 60 absorbió elementos del maoísmo, aunque no tanto como el comunismo camboyano. Algunos rasgos que distinguen al comunismo vietnamita del camboyano son: 1) El comunismo vietnamita no sólo no quiso hacer tabla rasa con el pasado pre-comunista, sino que incorporó algunos rasgos confucianos; 2) Estuvo abierto a pactar con otras fuerzas, aunque la idea última fuera instrumentalizarlas y fagocitarlas; 3) Hubo un mayor debate de ideas y más tolerancia, hasta cierto punto, con las opiniones disidentes; 4) No hubo la insistencia en la autarquía, que se daría en Camboya; 5) Desarrolló un culto a la personalidad atenuado en torno a la figura de Ho Chi Minh, mientras que los comunistas camboyanos siempre mantuvieron el más absoluto secreto sobre quiénes eran sus líderes; 6) El comunismo vietnamita estaba más dispuesto a otorgar un papel a las ciudades y al proletariado urbano; aquí la diferencia entre ambos comunismos puede explicarse por el menor grado de urbanización de Camboya y la casi inexistencia de un proletariado urbano. Las aportaciones ideológicas finales del comunismo vietnamita al comunismo camboyano fueron mínimas. Desde finales de los 60, hubo un esfuerzo deliberado por divorciarse del comunismo vietnamita y aquellos khmeres rojos que estaban más próximos a Vietnam fueron siendo progresivamente eliminados.

Un último elemento clave en la formación de la ideología de los khmeres rojos fue la Revolución Cultural China. Cuando los khmeres rojos quisieron sacudirse la tutela vietnamita y buscaron otro hermano comunista que contrapesase a Hanoi, Pekín fue la elección lógica. No sólo estaba más cerca geográficamente que Moscú, sino que también el maoísmo con su mayor insistencia en el papel del campesinado, respondía mejor a las condiciones que imperaban en Camboya. Los chinos trataron a los khmeres rojos con mucha más sutileza que los vietnamitas. Allá donde los vietnamitas les daban lecciones prácticas de cómo debían obrar, los chinos les elogiaban, les decían que lo estaban haciendo muy bien y no aludían a la ayuda material que les proporcionaban, sin la cual el régimen khmer rojo habría durado todavía menos de lo que duró.

Pueden detectarse los siguientes paralelismos entre la Revolución Cultural China y el régimen de los khmeres rojos: 1) El antiintelectualismo. El único grado académico fiable es el adquirido en la escuela de la revolución. Los demás títulos no sólo no sirven, sino que convierten a sus poseedores en sospechosos de impureza ideológica. Tanto los guardias rojos chinos como los khmeres rojos mostraron gran entusiasmo en la quema de libros; 2) El deseo de barrer los vestigios del pasado y empezar desde cero; 3) Los habitantes de las ciudades son sospechosos del delito de albergar pensamientos burgueses. Durante la Revolución Cultural china muchos presuntos burgueses fueron enviados al campo para ser reeducados. Los khmeres rojos fueron todavía más radicales: trasplantaron a todos los habitantes de las ciudades al campo para reeducarlos. Si la Revolución Cultural fue un intento por parte de Mao de acelerar el ritmo revolucionario, al ver que su vida se acercaba a su fin, los khmeres rojos intentaron adelantar por la derecha a la Revolución Cultural y hacer las cosas todavía más deprisa que ellos. El precio de toda esa majadería en China fue muchísimo sufrimiento. En la Camboya de los khmeres rojos el precio fue uno de los peores genocidios del siglo XX.

Una última influencia sobre los khmeres rojos que ha sido muy poco explorada es la de Corea del Norte. Durante sus tres años de gobierno, los khmeres rojos recibieron asistencia de Corea del Norte. En septiembre de 1977 Pol Pot viajó a Pyonyang, junto con Pekín, el único sitio fuera de Camboya al que viajó durante su mandato. El contacto entre ambos regímenes fue más estrecho de lo que se cree. En el plano ideológico la experiencia norcoreana coincide con la de los khmeres rojos en varios puntos: 1) La insistencia en la autarquía y el aislamiento 2) El secretismo; 3) La tendencia paranoica a ver espías en todas partes. Si el régimen khmer rojo se hubiera prolongado en el tiempo, seguramente habría creado algo parecido al sistema de castas de Corea del Norte, donde la población está categorizada en función de su procedencia social, que la hace más o menos fiable. Esas castas son decisivas a la hora de determinar la carrera profesional de las personas. Por ejemplo, ser admitido o no en los prestigiosos servicios de inteligencia puede depender de si el abuelo pertenecía a la clase terrateniente o no.

Resumiendo, coge usted unos hijoputas, les proporciona una educación universitaria, les imbuye de marxismo-leninismo y de estalinismo, les pone en contacto con Mao y la Revolución Cultural y con Kim Il-Sung, agita la mezcla y que Dios (o Marx) le pille confesado.


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