La gran esperanza de la cultura financiera – Vicente Varó

07/03/2011 | 19:31

De entre las revoluciones que están viviendo los negocios por la aparición de las nuevas tecnologías, hay algunos sectores que están oponiendo algo más de resistencia. Uno de ellos es el financiero.

Aunque ya se han producido una serie de cambios importantes que afectan directamente a los hábitos de muchos ciudadanos, como el acceso a la información de cotizaciones en tiempo real (normalmente de pago) o diferido unos minutos y la operativa directa en bolsa o cuasi directa, todavía no se ha dado el gran cambio.

Y aunque hay bancos que se han hecho un hueco sólo con el negocio online, la enorme mayoría de los ciudadanos sigue manteniendo sus hábitos a la hora de contratar productos financieros. La venta en la sucursal sigue dominando la escena. Las redes que dominan el negocio de momento son las redes de oficinasbancarias.

¿Que a las entidades les viene mejor colocar depósitos? Pues de pronto el dinero se amontona en los depósitos, aunque para ello haya que recomendar a la gente salir de fondos de inversión a los que se les había dirigido con un horizonte temporal de más largo plazo. ¿Que toca campaña de pensiones? Pues a por las pensiones…

No soy iluso (bueno, un poco). Sé que se trata de una red de relaciones muy potente la que se teje en las sucursales, abonada con el poso de la tradición, de la costumbre de ir a una sucursal.  Y también soy un poco injusto porque imagino que en algunas oficinas se dará una información mejor que en otras, y más orientada al cliente que al producto. Pero las cifras de movimientos de dinero de unos productos a otros por campañas me demuestran que son más los pecadores que los justos.

¿Pero se mantendrá para siempre este modus operandi?

Creo que no. Los vientos de cambio también soplan por aquí. Cada vez más inversores demandan más y mejor información sobre productos, como mostraba esta reciente encuesta de EFPA España; cada minuto tenemos mejores vías para que alguien con conocimientos financieros nos responda una duda sobre un producto que nos han ofrecido; los comparadores online y las herramientas, como las que ofrece Expansión, ofrecen una vía cuantitativa para ver que tienes a tu alcance productos mucho mejores del que te quieren colocar…

Algunas entidades ya están aprovechando servicios específicos de redes, para generar una conversación con sus partícipes, como Bestinver con el grupo privado para sus clientes que creó hace un año en Unience. Profesionales de la gestión, como Marc Garrigasait, se apoyan en la red para apalancar los buenos resultados de su gestión. Los asesores utilizan las nuevas tecnologías para generar una relación más cercana con los clientes.

El sector empieza a hacerse preguntas y algunos profesionales a esperar respuestas. Recientemente el Instituto Español de Analistas Financieros elaboró un informe en el que analizaba cómo podrían afectar las redes sociales a la cadena de valor en la banca privada.

Y en el estudio sobre el Ahorro Familiar en España presentado la semana pasada por la Fundación de Estudios Financieros se decía que “el asesoramiento y las nuevas tencologías serán determinantes” para que el “mercado del ahorro deje de “estar orientado al producto para centrarse en el cliente y erradicar los posibles conflictos de interés”.

La CNMV y el Banco de España siguen adelante con su plan de Formación Financiera y también se apoyan en Internet para tratar de llegar a los más jovenes, como con el portal de reciente lanzamiento Gepeese.

¿Se producirá este cambio, que dé más poder a los ciudadanos? Depende de todos y cada uno de nosotros. Si no tienes conocimientos, pide segundas opiniones o pregunta, y si tienes, comparte esos conocimientos o aprovecha las nuevas tecnologías para ser más transparente si eres un profesional.

Eso sí, el gran cambio probablemente se producirá de repente y a velocidad de vértigo, como ha pasado con otras industrias. Como para perdérselo.