La gran hecatombe de "Passion Play"

Parece pero no lo es. Visto el fotograma, podríamos estar hablando del remake de "Paris,Texas", de su maravillosa, su emblemática, secuencia final, pensando que Mickey Rourke es Harry Dean Stanton y, sorpresa, Megan Fox, Natassja Kinski. Nada parece indicar lo contrario hasta que nos percatamos que la despampanante actriz tiene...!alas!. Teoría desmontada. Hablamos de "Passion Play", la ópera prima como realizador del aclamado guionista Mitch Glazer. Tras escribir para Alfonso Cuarón en "Grandes Esperanzas" o Roger Donaldson en "La prueba", Glazer se pasa a la industria indie para debutar como cineasta. Lo hace con un extravagante cuarteto protagonista en el que la guinda la ponen Bill Murray y Kelly Lynch. En cuanto a la historia, como no podía ser de otra forma, resulta, cuanto menos, inclasificable, un rareza de aquellas que prometía dejar huella...por su desastre.

¿DE QUÉ VA?

Los Ángeles años 50. Mickey Rourke da vida a un trompetista anulado por los muchos problemas que arrastra  y que encuentra su salvación al cruzársele en su vida un ángel (Megan Fox). Un hermoso ángel con alas que arrancará de las manos de un Bill Murray inmerso en la piel de un peligroso gánster. Hablamos de un sádico criminal convertido en mafioso cornudo a quien, curiosamente, Murray ya dio vida en "La chica del gánster" (John McNaughton, 1993). En ese caso, era De Niro quien le arrebataba a Uma Thurman de sus manos. Eso si, ni era un ángel, ni tenía alas.

EXPECTATIVAS

El film estaba llamado a ser uno de los grandes protagonistas del pasado Festival de Toronto, donde aguardaba a su esperado príncipe azul en forma de distrbuidor internacional para llevarla directa al éxito en carteleras internacionales.

RESULTADO

Tras su premiere en Toronto, desastre absoluto. Nadie, absolutamente nadie, salvaba semejante despropósito. "Passión Play" tenía el gran merito de lograr el consenso de una crítica que perfectamente la resume  en su vídeo David Poland, quien, entre otras joyas, afirma que la única razón por la que el público se mantenía en sus butacas era ver a  Megan Fox desnuda. Pasen y vean.

DAÑOS COLATERALES

De posible blockbuster a acabar directamente en el mercado del DVD. Así comienza y finaliza el periplo comercial de la ópera prima de Mitch Glazer. Ni el protganismo de Rourke, ni la presencia de Bill Murray, ni tan siquiera el desnudo de Megan Fox salvan del más absoluto desastre a una película condenada acaparar polvo en cualquier estantería de un abandonado videoclub (si es que todavía queda alguno).

Por si fuera poco, la guinda la ponen su tráiler, en el que accidentalmente se presenta a Rourke como ganador de un Oscar y el propio Rourke, quien esta misma semana afirmaba en una fiesta organizada por 50 cent que "Passión Play" es "mala, terriblemente mala." Y ya se sabe, un borracho nunca miente...la pregunta es ¿para cuando la próxima película de Mitch Glazer?