La insoportable levedad del ser
Milan Kundera
Título: La insoportable levedad del ser Autor: Milan Kundera Editorial: TusQuets Páginas: 336Género: Clásico, Filosofía, FicciónFecha de Publicación: 1984 Sinopsis: La insoportable levedad del ser narra una extraordinaria historia de amor, es decir, de celos, sexo, traiciones, muerte y, también, de las debilidades y paradojas de Teresa, Tomás, Franz y Sabina, cuyos destinos se entrelazan irremediablemente. Los celos de Teresa hacia Tomás, el terco amor de éste por ella -junto con su irrefenable deseo de otras mujeres-, el idealismo de Franz, amante de Sabina, y la necesidad de Sabina de perseguir una libertad que sólo conduce a una insoportable levedad, se convierten en una reflexión sobre los problemas filosóficos que afectan a nuestra existencia.
Reseña | Mi Opinión
La insoportable levedad del ser no es una novela basada solo en la vida de nuestros personajes principales; Tomás y Teresa. También se basa en una serie de acontecimientos alrededor de su vida, de cómo es que amigos, amantes e incluso mascotas, se ven aterrados antes la idea del peso y la levedad.Una novela atrapante de principio a fin que no solo nos deja con un sabor de boca semi amargo y agridulce, también nos da una idea lúcida acerca de muchísimos conflictos sociales de la época en la República Checa, así como críticas comunistas hacía la idea del gobierno en ese entonces.
Es cuando por fin comprendemos a nuestros personajes principales y nos hacemos la misma idea de Teresa ante el peso de la infidelidad y la levedad del ser.
La insoportable levedad del ser, fue una novela que me sorprendió mucho en varios aspectos, como por ejemplo en la vida de sus personajes, en la vida del autor y en los "ensayos" implícitos pasivo-agresivos de Kundera hacía la política.
La trama se basa en la vida de Tomás, un hombre mayor que solo busca el placer sexual por encima de una amor condicional. Divorciado y separado totalmente de su hijo y ex-esposa, se dedica completamente su trabajo y vocación; la medicina.
Pero algo cambia y la vida amorosa de Tomás se ve intervenida por Teresa, una camarera de Praga que sueña con ser alguien más en la vida y que al final de cuentas, gracias a seis casualidades, termina siendo la mujer de Tomás. Incluso más que su mujer, su musa.
Pero no todo lo que brilla es oro, y menos en el amor. Es por eso, que con el pesar de su corazón, Teresa se va dando cuenta de las infidelidades de su marido. Y él, por otro lado, se da cuenta de lo enamorado que está de Teresa, pero también de lo insufrible que es para él estar solo con ella, sin tener a sus incontables amantes.
Una de ellas, y la más memorable, es Sabina.
Es una mujer de mucho carácter y notable personalidad. Pintora impresionista divorciada y con serios traumas infantiles, se refugia en la pintura y el placer sexual sin saber los lazos que unen a ciertos amantes y sin saber el peso (o la levedad) que deja en ellos.
Y por último, pero no menos importante, nos encontramos con Franz. Un matemático catedrático esposo de la dueña de una galería de arte y padre de una rebelde poética idéntica a su madre. Y es así, cansado de su mujer y de su hija, que conoce a Sabina y sus caminos sexuales se unen dejando en el hilo de la historia el drama del divorcio, el enamoramiento de él por Sabina, la famosa frase que cité al principio y está más, que es simplemente hermosa y muy cierta.
"El amor, cuando se hace público, aumenta de peso, se convierte en una carga. Sabina ya se encorvaba por anticipado al imaginarse ese peso."[ Obviamente no podemos exceptuar a la perrita Karenin (Más que una hija para Teresa y Tomás) que se quedó muy grabada en my heart. No tienen idea de lo hermosa que es su historia y la narración de Teresa y ella en los verdes prados del campo. ]
Milan Kundera sabe muy bien lo que hace, y si no lo sabe, es que es un genio de la narrativa.
La novela está escrita en un uso casi mágico de tercera persona donde Milan atraviesa la cuarta pared (en cine, porque en literatura dudo que se use) para dejarnos saber muy firmemente, que Tomás, Teresa, Franz, Sabina y Karenin, son producto de su imaginación. No son personajes que nacieron del vientre de una madre y ni siquiera son reales. Toda la novela es enteramente figurativa, lo que personalmente, me emocionó bastante.
Otra cosa de que la se nota a simple vista (muy muy muy a simple vista) es su opinión respecto a la política y a la iglesia.
De política se habla en toda la novela, pues está ambientada en una época donde la URSS aún era "La Unión Soviética" y cuándo comenzaron los rollos sobre la guerra fría y el socialismo, algo en lo que no me voy a meter porque no es conveniente.
Por otro lado, desacredita bastante a la iglesia, pero no al catolicismo, sino a la institución en sí. Y al uso de la biblia como "consagrada", pues se avienta una tesina impresionante de menos de cinco páginas para hablarnos sobre porqué la mierda era algo malo en las escrituras.
(Si, Kundera habla mucho sobre mierda)
También nos habla mucho sobre la memoria poética del hombre, esto es, en pocas palabras, el amor incondicional de un hombre hacía una mujer (Así, sin tocar más géneros).
Nos dice muy firmemente que aunque Tomás le fuera infiel mil veces a Teresa, esas mil veces él pensaba en ella.
Un recuerdo que tengo y que me quedó muy grabado fue cuando él estaba manteniendo relaciones con una chica en la alfombra mientras afuera llovía. Ella, conmovida, recuerda el momento cómo mágico pues era bastante romántico. Él, no recuerda nada. Pues cualquier cosa cercana al romanticismo con otra mujer, era expulsado inmediatamente. En su memoria poética solo existía Teresa, creada de seis casualidades que llegaron inexplicablemente a su vida.
Aquí el amor está escrito como algo real, algo alcanzable. Es lo que te vas a encontrar día a día, no más amores eternos y volátiles. La relación entre Tomás y Teresa, es algo que se ve continuamente. Pero lo que no se ve, son los sentimientos. El amor entre ellos dos eran tan grande, que hasta el final de sus días se dieron cuenta de la inmensidad y pudieron medirlo. Él por ella dejó la medicina y se asentó en un campo donde le negaban cualquier trato con pacientes. Ella por él se abandonó a sí misma por muchos años, aguantando las infidelidad y tratando de olvidar el olor que emanaba su cabello cada vez que él le era infiel. Ella lo sabía con toda seguridad, pero lo amaba y no lo iba a dejar (otra vez). Pues el dejarlo le era más insoportable y más pesado, que la levedad de sus infidelidades.
Al final nos damos cuenta de la infinidad de variables que causa una decisión, y la de ambos fue amarse sin limitantes. Tanto que llegaron al límite de sus vidas.
El hijo de Tomás creció y lo buscó, pero él seguía sin querer ni siquiera mirarlo, pues solo veía en él el reflejo que vemos en el espejo cuando hacemos algo mal y estamos conscientes de lo que hicimos. Un error.
En conclusión, es una novela bastante poética y literaria, llena de cuestiones personales, políticas y religiosas que no solo aumentan el morbo de leer porque sí, si no que te hacen cuestionar ciertos aspectos de tu vida.
Lo recomiendo bastante a personas con mente abierta dispuestas a tener una lectura blow-mind que al mismo tiempo refleja lo filosófico de la vida, el amor, el peso y la insoportable levedad del ser.
Saludos, Max.