L-25 En la segunda mitad del siglo XVII, el pintor holandés Johannes Vermeer inmortalizó en una tela a una bella muchacha adornada con un turbante y un pendiente de perla. Sus labios parecen esbozar una sonrisa sensual, pero sus ojos irradian la tristeza más profunda. Conocido como la "Mona Lisa holandesa", detrás de ese enigmático rostro se esconde Griet, una joven de origen humilde que a los dieciséis años entra a trabajar como doncella en casa del artista a cambio de un mísero salario. Su extraordinaria sensibilidad y el cuidado que pone en todo lo que toca atraen al maestro, quien poco a poco la introduce en su mundo, un paraíso inundado por una luz mágica y poblado por criaturas femeninas de singular belleza. La joven de la perla es la historia de una fascinación, de cómo surge un sentimiento que se mueve entre la admiración y el amor