PIRATAS DEL CARIBE
Seré raro, lo reconozco, pero siempre me atrajo mucho más, en la saga bucanera, el cínico capitán Barbosa, y no el lunático amanerado de Jack Sparrow, a quien, ahora que caigo, nunca le llegamos a conocer del todo mujer en las cuatro entregas. Igual es cosa del apellido, porque un tocayo del personaje interpretado por Geoffrey Rush ha decidido cambiar la corbata y los índices de cuentas del Banco Santander de Brasil por otras medidas, digamos más laxas, las de las modelos de Playboy.Fabio Barbosa se llama este hombre, y no es que sea un adonis precisamente, pero ha tenido la vista suficiente como para, tras veinticinco años de experiencia bancaria, plantar al señor Emilio Botín ahora que vienen mal dadas, y marcharse a trabajar a la editorial de tan conocida revista. No me digan que no es un ejemplo a seguir, cómo vamos a comparar las formas, un tanto rupestres, del presidente santanderino con los batines de Hugh Hefner y las formas, mucho menos rupestres, de las modelos de la revista.
Otros tendrían que aprender a la hora de irse o de cambiar de aires, entre las lágrimas de Moratinos y el papel cuché de las conejitas yo lo tengo muy claro, y eso tendrían que haber hecho en su día González y Aznar, o Aznar y González, que tanto montan a la hora de llevárselo crudo a base de vampirizar nuestros recibos de luz y gas. Alguien tendría que darle alguna pista a Zapatero, ahora que anda preparándose el retiro, tal vez quede alguna filial libre del imperio Playboy en otro lugar alejado del mundo, aunque habremos de reconocer que no es lo mismo fichar por la revista en España que hacerlo en Brasil, las cosas como son.
Estoy convencido de que los amigos de Fabio Barbosa estarán verdes de envidia, rayando con sus dientes el parqué de las bolsas sudamericanas, lo que ya no sé (mis espías mundiales hace meses que me tienen muy abandonado) es si alguien le ha preguntado su opinión a la esposa de este hombre, o a sus tres hijos. Hemos pasado medio verano pendientes de si el dios Florentino Pérez se traía o no a España al niño de la cresta emperifollada, y resulta que el ser superior se había equivocado de fichaje, el verdadero crack es este Fabio, sobre todo para quienes vamos teniendo ya una cierta edad.