Revista Cine
Tres fueron las películas en las que William Wyler dirigió a Bette Davis: de Jezabel y La carta ya hemos hablado, hoy nos ocupa la tercera y última. Y si hasta ahora el papel de mala malísima de Bette Davis nos parecía genial, los que hayáis visto La loba estaréis de acuerdo conmigo en que aquí elevó la maldad a la categoría de arte: la codicia, la avaricia, la decadencia y la corrupción son temas centrales en esta obra, y Regina Giddnes (Bette Davis) reúne todos ellos con una maestría sobrenatural, es por eso por lo que con esta extraordinaria interpretación asentó su imagen de mala.
Lo que Bette Davis comenzó definiendo en Cautivo del deseo, terminó de bordarlo en La loba, jamás una malvada de cine consiguió que se la admirara tanto.
Basada en la novela de Lillian Helman (quien también hizo el guión), la película narra las peripecias de una arpía sureña, Regina Giddens (Bette Davis) y sus hermanos (otros lobos: Oscar y Ben Hubbard, Carl Benton Reid y Charles Dingle) en la lucha entre sí por conseguir aumentar aún más su riqueza. Para ello necesitan de la firma del marido, Horace Giddens (Herbert Marshall). Las cosas se complican, y para conseguir asegurarse el dinero de Horace, Oscar propone en matrimonio a su hijo Leo (Dan Duryea) con Alexandra (Teresa Wright), hija de Horace y Regina, a lo que tanto padre como hija se oponen (ella está enamorada de David Hewitt, interpretado por Richard Carlson).
A toda esta familia debemos añadir a Birdie Hubbard (Patricia Collinge), esposa de Oscar, y que sólo se casó con ella por la plantación de su familia y sus campos de algodón. Ella tiene problemas con el alcohol y está completamente anulada por todos.
Traiciones, robos y mentiras entre hermanos, harán que los planes iniciales se vengan abajo y los chantajes y la muerte destapen la verdadera personalidad de todos los allí reunidos.
Al terminar el rodaje, Wyler y Davis acabaron mal, mal, mal... Si en Jezabel Bette Davis se comportaba de la forma más mansa posible, aquí se dejó llevar por su personaje y fue todo lo insoportable que se pueda llegar a imaginar.
A William Wyler le encantaba Bette Davis, la admiraba, la consideraba la mejor. Sin embargo, como a tantos otros, le resultaba muy complicado trabajar con ella y soportarla tantos días. Comenzó el rodaje y con ello las discusiones y los gritos entre director y actriz, y no solamente por la interpretación, también por el vestuario, la peluquería, el maquillaje...
Wyler le pidió moderación en la interpretación, no quería una mujer débil, pero tampoco que estuviera excesivamente fuerte. El personaje era el de una mujer ambiciosa, soberbia, caprichosa, avariciosa... y Bette Davis hizo eso y mucho más, ya que llevó la maldad del personaje al límite, haciendo aún más visibles los defectos de Regina.
Los gritos y las peleas eran constantes en el set de rodaje. Una noche, Bette Davis abandonó el set de rodaje dejando a todos colgados. En ese momento, William Wyler se dijo a sí mismo que jamás volvería a trabajar con ella.
Terminaron la película sin hablarse.
En la foto, Bette Davis y Teresa Wright escuchando las instrucciones de William Wyler.
Pese a todo, y es mi percepción, creo que Bette Davis hizo bien en seguir su instinto a la hora de interpretar a Regina Giddens en lo de que estuviese comedida, pienso que al dar esa imagen fuerte consiguió una interpretación más creíble, convincente y mucho más acorde con la maldad del personaje.
Esta película desató una lucha sin cuartel entre Tallulah Bankhead y Bette Davis (más bien de la primera contra la segunda), ¿por qué? Tallulah interpretó el papel de la Sra. Giddens en Brodway y cuando supo de la adaptación cinematográfica se hizo muchas ilusiones, por lo que sintió que le había robado el papel.
Fuera por celos, rabia o envidia, lo cierto es que Tallulah Bankhead estaba muy equivocada: la película no iba a ser rodada por la Warner Brothers, estudio bajo el cual Bette Davis tenía su contrato, esta película lleva el sello de la Metro Goldwyn Mayer bajo la marca de una filial del hijo del Sr. Goldwyn Mayer,The Samuel Goldwyn Studio y tanto él como el director querían a toda costa a Bette Davis, para nada estaban interesados en Tallulah pues consideraban que la primera estaba mucho más preparada y era mucho mejor actriz, además, Bankhead no era muy querida ni por el público ni por la crítica, sus películas eran un rotundo y absoluto fracaso (pasó 11 años sin hacer cine, aunque se concentró en el teatro, donde estaba muy bien mirada y cotizada).
A la hora de negociar el contrato con Jack Warner hubo otro trifulca: éste pedía una cifra desorbitada por su actriz de cabecera, algo que la filial del estudio del león no estaba dispuesto a pagar. Pero las presiones del director y Samuel Golwdyn Jr., que por todos los medios posibles querían a la Davis, así como la propia actriz, que no cesó hasta que el estudio la cedió.
Se dice que William Wyler aconsejó a Bette Davis que fuese al teatro a ver la obra, allí comenzó a forjar su interpretación: mientras que Tallulah hacía de mujer que se tenía que defender de sus hermanos, Bette hizo de Regina una depredadora. El director tampoco quería un personaje caracterizado como una víctima de los acontecimientos... pero no se podía imaginar que la fuerza que le dio la "reina de Hollywood" iba a ser precisamente lo que diese al traste con el tándem.
Horace y Regina Giddens.
Curiosidades:
- El personaje de David Hewitt no aparece en la obra, se incluyó para la adaptación cinematográfica a instancia del propio Wyler.
- La película se estrenó en el Radio City Music Hall de Nueva York, y ese mismo día, casi 23.000 personas vieron el film, según informó el New York Times, un récord de asistencia para la época.
- Desde 2003 el personaje de Regina Giddens está en el puesto 43 de los mejores villanos del cine americano. Baby Jane Hudson (interpretado también por Bette Davis) ocupa el 44.
- Al día siguiente de Bette Davis abandonar el set de rodaje, comenzaron a circular rumores sobre la posible sustituta: Miriam Hopkins (que Jack Warner ofreció en un principio para el papel en lugar de Bette Davis) y Katharine Hepburn sonaron con más fuerza. Pero ni el director ni el productor lo confirmaron.
- La película estuvo nominada a 9 premios Oscars, incluyendo Mejor película; Mejor director; Guión adaptado; Mejor actriz principal; Mejor actriz secundaria (tanto Patricia Collinge como Teresa Wright), entre otras.
Los hermanos Hubbard juntos. También Oscar Hubbard.
Con La loba, Bette Davis consiguió una de sus interpretaciones más aplaudidas y toda una referencia en el cine.
El mito se fortaleció, y aunque resultase conflictiva, dura e inflexible en las distancias cortas, Bette Davis demostró ser una actriz inimitable e inigualable.
Hasta la próxima entrada corazones.