Castella en Málaga, como en Madrid y en “París de la Fransia” como decía El Gallo
Corrida de la Prensa. Plaza de Las Ventas. Madrid
La corrida de Alcurrucén desigualmente presentada, con toros poco rematados, la mayoría tapándose por la cara, algunos con gran arboladura como el quinto, más cuajado el cuarto y el sexto, feo y basto. Mansos y descastados, salvo primero y especialmente el manso encastado segundo.
“Arrestado” se llamaba el toro de Alcurrucén que tuvo la mala suerte de tocarle Castella en el sorteo. El toro, un manso muy encastado, era una máquina de embestir con acometividad y metiendo la cara con mucha clase y nobleza. Un toro de lio gordo, para encumbrar a cualquier coletudo. Pero el francés no le dio un pase decente. Citando al hilo, metiendo pico sin mesura, desplazando para afuera, en línea recta, sin temple, citando otras veces tocándole la oreja con la muleta en V de ventajista, otras tantas quitándosela de la cara al tercer pase de la serie, señal de andar agobiado. En fin, su actuación de hoy me reafirma en mi opinión sobre esta “figura”, aunque no sea del G10, que siempre he tenido: es un vulgar pegapases, encimista, muy valiente sin duda, pero un máximo exponente del destoreo moderno. Y lo más grave es que además a estas alturas monsieur no va a aprender, pues tras desperdiciar a ese toro, afirmó con su voz atiplada que lo “toreó lo más cerca de la perfección”.¡Se había creído que había toreado! Es una verdadera pena desaprovechar un toro así, tal como está la ganadería brava, y en Madrid. Pena de “Arrestado “ al que la desgracia le hizo caer en manos de este destoreador. Si no llega a mansear en el caballo, toro de vuelta al ruedo. Pero lo que no se entiende es que el público de esta plaza aplauda en el arrastre a un manso. En su segundo más de lo mismo, con la disculpa que al toro le costaba embestir, saliéndose de la suerte, acabando parándose. Decía Castella que estaba raparado de la vista, quizás. Para rematar, junto a Perera, es uno de los toreros que se pone más pesado, prolongando las faenas sine die. Propinando la consabida ración de trapazos finales que receta sin mesura, ni compasión con los que ocupan los tendidos. Y encima se lleva una oreja, que me imagino que sería por la estocada con derrame. Hoy se cumplió el dicho: cuando hay toro no hay torero.
Perera anda en mal momento, aún siendo cierto que no le ha acompañado la suerte con sus lotes en esta feria. Este torero de gran valor y firmeza se consagró por su poderío. Pero hoy ha vuelto a demostrar que ha perdido esa virtud que le caracterizaba. Anduvo dudando a su primero, un felino engordado con cuernos, descolocado, sufriendo muchos enganchones y, para no ser menos, poniéndose también pesado al final de la faena. Con su segundo que solo tenía una impresionante percha y era tardo y soso en la embestida, anduvo desconfiado y perfilero. Una vez más prolongó en demasía la faena para no sacar nada, y el burel terminó rajándose. El extremeño también ha perdido el sitio con la espada. A su primero lo despachó de un infame bajonazo y a su segundo le propinó una indecorosa estocada muy trasera y tendida. Esperemos que se recupere de este bache.
A Joselito Adame se le fue con las orejas el otro toro de la tarde. La responsabilidad y la falta de madurez hizo que desaprovechara la calidad de la embestida del cornúpeta de su alternativa. Dio algunos muletazos sueltos buenos con la mano derecha sin ayuda, porque el estoque había caído en la arena, pero anduvo al natural ahogando la embestida, sin bajar la mano, en línea recta, aunque derrochando valor y ganas. Mató mal de una estocada trasera que hace guardia. Más entonado estuvo con el manso sexto un burel que presentaba más dificultades. Con las carestías artísticas y estéticas que tiene su toreo, pero se puso en el sitio, con firmeza, valentía, aguantando, sin dudarle y echando mano del toreo de recursos, de los pases cambiados, y la verdad poco más. Mató de una buena casi entera. Se aplaudió su entrega y decisión. Veremos a ver lo que el futuro nos depara con este torero mexicano.
Paz y salud