La importancia de llevar una alimentación sana y cuidada es un tema recurrente a lo largo de toda la vida, pero especialmente en la infancia, pues es en esta etapa en la que se fijan y constituyen muchos elementos que más tarde serán determinantes en nuestro proceso de desarrollo y condicionarán nuestra salud. Al respecto hemos conocido recientemente un estudio de la universidad de Texas Southwestern (Estados Unidos) sobre nutrición y desarrollo, que pone de manifiesto que la malnutrición retrasa la pubertad.
Según los científicos, esto se debe a que la leptina, una hormona que producen las células de la grasa, está implicada en el inicio de la pubertad. Así pues, esta investigación vincula la llegada de la pubertad con los niveles nutricionales de la persona, asociando una entrada tardía en la pubertad con malnutrición, mientras que por su parte la pubertad precoz se relaciona con obesidad infantil.
Los investigadores sostienen que la hormona leptina, producida por el tejido graso, actuaría como una señal clave, avisando al sistema reproductivo de que los niveles de nutrición son suficientes para apoyar la pubertad.
Además, los integrantes del estudio sospechan que los efectos permisivos de la leptina sobre la pubertad están medidos de forma indirecta por células nerviosas de la región cerebral del hipotálamo que estimularían la leptina, actuando como pequeñas proteínas que desencadenan el primer paso en el inicio de la pubertad.
Aunque el estudio se ha desarrollado con datos de ratones, los resultados serían extrapolables a los humanos, y podrían conducir a nuevos métodos para el tratamiento de trastornos relacionados con la pubertad o la infertilidad.
Fuente | Europa Press
Foto | Clarkston SCAMP