La manzana está compuesta por un 80% de agua y apenas 50 calorías por cada 100 gramos, la manzana hidrata y favorece la eliminación de residuos y toxinas que se encuentran en el organismo. Al ser rica en potasio, también reduce la tensión arterial.Aporta azucares, la mayor parte fructosa (azúcar de la fruta) y en menor proporción, glucosa y sacarosa, de rápida asimilación en el organismo. Es fuente discreta de vitamina E y aporta una escasa cantidad de vitamina C. Es rica en fibra, que mejora el tránsito intestinal y entre su contenido mineral sobresale el potasio.Las extraordinarias propiedades dietéticas que se le atribuyen a esta fruta se deben en gran medida a los elementos fitoquímicos que contiene, entre ellos, flavonoides y quercitina, con propiedades antioxidantes. Las manzanas están especialmente recomendadas en dietas de prevención de riesgo cardiovascular, enfermedades degenerativas y cáncer.
Beneficios a la salud
- Reduce los niveles de colesterol y glucosa en la sangre, gracias a que la manzana posee sustancias tales como; metionina pecticina.
- Es un desintoxicarte del hígado debido a su contenido de cisteína
- Buena para curar diarrea.
- Sirve para combatir el insomnio debido a que contiene vitamina B12.
- Mejora la memoria y activa las funciones cerebrales ya que contiene fósforo.
- Es diurética con lo cual la manzana es un remedio un remedio natural para la hipertensión arterial.
- El jugo de manzana contribuye a bajar la fiebre.
- La histidina que contiene estimula la producción de jugos gástricos, esta fruta es beneficiosa en casos de gastritis y úlceras.
- Ayuda a controlar el ácido úrico evitando que se acumulen en las articulaciones, con lo que previene o mejora enfermedades como la artritis o la Gota.
- Sirve como desinfectante bucal, regula el pH de la boca, refuerza las encías y reduce la formación de la placa bacteriana para que luzcas una sonrisa radiante.
- Posee dos poderosos antioxidantes como las catequinas y quertecina que actúan contra los radicales libre causantes del envejecimiento.
Por Plinio Polanco