Título: La melancólica muerte de Chico Ostra.
Autor: Tim Burton.
Páginas: 137.
Género: Poesía.
Hola viajeros del tiempo!
Hoy os traigo un libro muy, muy cortito. Y muy, muy genial.
Seguramente muchos conozcáis la obra cinematográfica de Tim Burton, pero no conozcáis su obra literaria. En gran parte porque no es muy prolífica, ya que la mayoría de publicaciones con su nombre suelen ser guiones o novelizaciones de sus películas, entrevistas y cosas así.
Pero en este caso nos encontramos con una ración doble del genio de Tim Burton, ya que no sólo se ocupa de la parte textual, si no que además se encarga de las ilustraciones que acompañan a las diferentes historias.
Si, porque "La melancólica muerte de Chico Ostra" es sólo uno de los relatos que nos encontramos dentro de este "librito".
Sipnosis:
En este libro, escrito y dibujado por Tim Burton, el cineasta de Ed Wood, Batman, Eduardo Manostijeras y Beetlejuice se muestra fiel a su universo de una inventiva tan particular, en la que se mezclan la crueldad y la ternura, lo macabro y lo poético. Tim Burton nos ofrece una asombrosa galería de niños solitarios, extraños y diferentes, excluidos de todos y próximos a nosotros, que nos van a horrorizar y estremecer, a emocionarnos y hacernos reír.
Partamos de la premisa de que este libro se publicó en 1997 (en España en 1999), ergo nos encontramos en la época dorada de Burton. Tal y como se describe en la sipnosis se tratan de relatos tiernos y macabros, muy al estilo Burton de sus primeros trabajos como Frankenweenie, Eduardo Manostijeras, Pesadilla antes de navidad… Una mezcla entre lo estraño, lo crudo y lo tierno que va acompañando a cada una de las historias y dibujos.
La mayoría de las historias - 23 en total- son muy cortas, con unos cuantos versos de longitud en el mejor de los casos.
Todos sus personajes son inéditos en esta antología, si bien hay algunos personajes que han tenido a posteriori mayor fama que Chico Ostra, por ejemplo Steamboy que llegó a protagonizar una serie de sketches animados. O ser inmortalizados en forma de figuritas de plástico.
En fin, en caso de que nos guste el humor negro, la cruel inocencia y el estilo peculiar de Tim Burton nos encontramos ante un libro indispensable.
La pena es que es muy cortito, pero precisamente por eso dan ganas de releerlo de vez en cuando.