Revista Ciencia

La memoria de los perros, ¿cuánto pueden recordar?

Por Jgallego19
La memoria de los perros

La memoria de los perros a largo plazo es la información almacenada en el cerebro durante más de unos pocos minutos, a la que puede accederse cuando se necesite más adelante. Los animales usan diferentes tipos de memoria a largo plazo para diferentes propósitos. Los perros utilizan varias formas de memoria a largo plazo, pero no recuerdan eventos específicos como nosotros.

A grandes rasgos, hay dos tipos de memoria: a corto plazo y largo plazo. La memoria a corto plazo funciona brevemente con el fin de llevar a cabo una tarea inmediata, y la memoria a largo plazo consiste en un almacenamiento más permanente de información.

La memoria a corto plazo

Los perros tienen fama de vivir en el momento presente, y su capacidad de recordar hechos concretos se cree que tiene un tope de aproximadamente 10 a 20 segundos. Es por esto que cuando se entrena a los perros es importante darles retroalimentación positiva o negativa inmediata sobre sus acciones. Si tu perro rompió la bolsa de la basura mientras tú no estabas en casa, regañarle cuando llegues a casa tres horas después es ineficaz, puesto que él es incapaz de recordar qué hizo mal.

La memoria episódica

Como hemos dicho anteriormente, los perros viven en el momento presente. No son capaces de “viajar en el tiempo” y rebuscar en su memoria de la misma manera que lo hacemos los humanos. Nuestros recuerdos de eventos personales pasados que han ocurrido en un lugar determinado y en un momento concreto se llaman “recuerdos episódicos“. Tú puedes pararte a pensar: “¿qué hice ayer después de llegar a casa del trabajo?” Pero tu perro no puede pensar: “Vamos a ver, ya han pasado dos días desde que me llevaste al parque para perros… ¡creo que ya va siendo hora de un paseíto!” Debido a que los perros no pueden conceptualizar un “suceso pasado” (recuerdos episódicos) o  un “suceso futuro” (situaciones teóricas basadas en hechos del pasado), se centran por completo en el momento presente.

La memoria espacial

La memoria espacial es la capacidad de recordar dónde se encuentran las cosas y cómo está organizado un entorno o localización. Por ejemplo, imagina que llevaste a tu perro a dar un largo paseo y cuando regresaste a casa, tu esposo/a había reorganizado todo el mobiliario del salón. Si tu perro entra en la sala y mira a su alrededor con curiosidad y olfatea todos los muebles, esto indica que él tiene una memoria espacial de cómo estaba organizado el salón antes y se ha dado cuenta de los cambios que se han hecho en ese espacio. La capacidad de tu perro para reconocer que una habitación que él conoce ha cambiado su organización es la evidencia de que los perros tienen memoria a largo plazo.

La memoria procedimental

Tu perro se acuerda de su entrenamiento, pero no porque él recuerde las órdenes específicas que le diste cuando le dijiste que se sentara, se tumbara o se pusiera de pie, sino porque su cerebro desarrolla conexiones que permanecen tras el entrenamiento. Por ejemplo, si estás entrenando a tu perro a darte la patita y tú le das una golosina cada vez que pone su pata sobre tu mano, su cerebro establece la conexión de que si él te da su pata tú le das comida. Luego, posteriormente, cuando le pides a tu perro que te de su patita, las conexiones neuronales se activan y él completa su tarea.

Tu perro obedece porque su cerebro se ha cableado (configurado) así mismo para responder de la manera que él consigue lo que quiere (en este caso, una golosina), no porque él recuerde de manera consciente el entrenamiento y haya tomado la decisión de obedecer tu orden. Este tipo de memoria se llama “memoria procedimental“, y las personas la tenemos también. Es la que utilizamos cuando hacemos cosas rutinarias que no tenemos que pensar, como atarse los zapatos o cepillarse los dientes.


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