La Mesa Beatle: Soy Feliz Con Solo Bailar Contigo

Buen día a todas y todos, acá en mi turno de poner música en La Barra Beatles. Ayer tuve un día tremendamente conmovedor, agradecido, como siempre, a la música y los afectos que desata. La vocación es una de las grandes maestras que uno tiene en la vida, algunos le hacen caso, otros no, pero creo que todos reciben su visita. Anoche recordaba escenas de afecto que vi en mi vida y por suerte fueron muchas. Los besos y los abrazos muestran lugares desconocidos y por suerte no hay GPS que indique adónde ir, uno solo va y es lo mejor de esos viajes. ¿Adónde hay una agencia de turismo que nos lleve ahí? ¿Qué banco da el préstamo para pagar esa estadía? Parecen frases de un iluso pero eso siempre será el norte. Uno se conmueve, los demás se conmueven y es un juego maravilloso. Hoy pido permiso para programar un tema que todos/as conocen, la considero una de las mejores q escuché en mi vida, con ella entendí cómo se arma una melodía, aquello de preguntar y responder. Aprendí que uno no solo rasguea para acompañar, puede crear climas y hacer arreglos. 

Jorge Garacotche (Canturbe)

Ayer me acordé todo el día de esta canción que cuando yo tenía 13, 14 años, me inyectaba vida, me hacía soñar durante 2 minutos. Parece compuesta por un compositor de carrera y experiencia, y la escribió un pibe de 23 años. La canta mi máximo ídolo de la música, aquel a quien siempre estaré agradecido por marcarme un camino con su guitarra. Uno cuando cumple años recuerda una serie de momentos y personas afectivas, incluso a aquellos a quienes nunca pudo abrazar, y cómo me hubiera gustado. Va el extraordinario tema de Lennon "Soy feliz con solo bailar contigo", cantado por George Harrison. Es un recreo para premiarme luego de tantas emociones y para homenajear a toda la gente que ayer me regaló un cacho de felicidad.
Que increíble gesto de generosidad componer semejante canción y dársela a un amigo para que se luzca.

Si suenan Los Beatles la alegría está asegurada, si necesitan contagiarse miren la cara de Ringo mientras toca.

Jorge Garacotche