Si al escuchar cierran los ojos las emociones vienen corriendo. Buen día desde La Barra Beatles. Hoy voy con un tangazo y como todo tangazo con una letra extraordinaria. Conozco este tango desde muy chico y cada vez que pasaba por Pompeya buscaba estás imágenes, miraba cada detalle y reflexionaba sobre todo lo que tendría ese barrio como para inspirar semejantes frases: "un pedazo de barrio, allá en Pompeya, durmiendo se al costado del terraplén", "un farol balanceando en la barrera y el misterio de adiós que siembra el tren", "un ladrido de perros a la luna y el amor escondido en un portón". Poesía de altísima calidad para pintar lo cotidiano. Acá aprendí el significado de un arreglo cuando dice "y a lo lejos la voz del bandoneón", y el fueye tira tres notas, pausa, y tira otras tres más suave. "Barrio de tango, luna y misterio", qué tremendo poder de síntesis del genial poeta santiagueño Homero Manzi. Ni hablar de la exquisita melodía de Troilo, con una armonía que sorprende todo el tiempo dando cátedra de novedades y acciones vanguardistas.
Jorge Garacotche (Canturbe)
Acá canta el Tano Fiorentino, uno de los mejores cantores nacionales, con todos los climas y ductilidades que se pueda imaginar. Memorable el cierre de la letra: "barrio de tango, luna y misterio, desde el recuerdo te vuelvo a ver". Con este tango aprendí que cuando me preguntan cuál es la mejor marca de anteojos yo digo, los recuerdos, a través de ellos se ve todo, el barrio, la infancia, nuestros padres jóvenes soñando que iban a poder con la vida, esa imagen de ir a la cancha con el viejo y vivir la más grande de las aventuras, uno recuerda y ve todo eso con una nitidez que asombra, no hay mejores lentes que los recuerdos.
Esto es "Barrio de tango", de Manzi y Troilo, un capítulo aparte es la orquesta de Pichuco, para mí, la mejor de todos los tiempos, si uno le para la oreja descubre arreglos que mezclan lo popular con lo sinfónico, con la hermosa tarea de llevar lo sublime a la música popular. Por algo el tango es mundial, juega de local en todas partes. El tango es una máquina de enseñar.
Jorge Garacotche