El fracaso en las políticas de selección y reclutamiento de trabajadores para puestos directivos queda constatado con el hecho de que el 50% de los ejecutivos recién contratados abandonan o son despedidos durante los tres primeros años de proyecto y entre el 40% y el 50% de los nuevos directores generales cesan en su cargo en los primeros 18 meses, según los estudios elaborados por la consultora estadounidense Wynhurst Group y por el Corporate Leadership Council (realizados en distintos países). Esto es un problema gravísimo y oneroso para las empresas, teniendo en cuenta que la contratación de estos perfiles supone poner en juego una parte importante del negocio de la compañía y que la inversión en su incorporación y formación es muy elevada: a nivel de la alta dirección - con sueldos de entre 70.000 y 150.000 € anuales - el coste de su renovación puede superar 40 veces el salario base. Para evitar este problema, el estudio destaca que es necesaria una buena política de gestión del talento que minimice la rotación y maximice el rendimiento y la productividad de los trabajadores.
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