Revista Ciencia
De los creadores de Saw II, III y XIX llega: ¡¡¡La Mosca Asesina!!! No ahora en serio, no se trata de ninguna nueva película de terror sino de un insecto que descubrí durante una de mis salidas fotográficas por pura casualidad.
La mosca asesina es una de esas especies que te encuentras de casualidad, llama mucho la atención y te lanzas enseguida a fotografiar con el macro. Sin embargo al conocer un poco más de ellas se te ponen los pelos de punta porque podrían ser las protagonistas de cualquier película de terror.
Las moscas asesinas, perteneces a la familia Asilidae, son dípteros (al igual que las moscas). Pero su proboscide (la trompetilla que tienen las moscas en la cara), no es para nada amigable, puesto que con ella inyecta saliva con potentes enzimas neurotóxicas y proteolíticas. O lo que es lo mismo, un cocktail que permite inmovilizar a sus víctimas y prepararlas para su digestión, absorbiéndolas y dejando solo el esqueleto. A mi sin duda me recuerda a un personaje de Dragon Ball, Célula, que con su aguijón absorbía a las personas para ser todavía más poderoso. Resulta que de nuevo la realidad supera la ficción y tan macabro organismo existe, afortunadamente para nosotros tiene pocos centímetros y no es hematófago, porque sino estábamos perdidos.
Volviendo de nuevo al insecto, es un predador nato capaz de alimentarse de moscas, abejas, avispas, arañas, etc. Incluso es capaz de cazarlos al vuelo.
En la reproducción las hembras utilizan distintos sustratos como medio para la puesta, entre ellos estiércol o madera muerta. La verdad es que no me atrevo a poner el género y especie a la mosca asesina que yo he fotografiado, eso lo dejo ya a los más expertos, pero como decía mi compañero tal vez si hubiésemos sabido sobre quien estábamos poniendo encima nuestros objetivos hubiésemos hecho un reportaje más completo.
Una vez más la naturaleza que nos rodea y que nos pasa desapercibida es capaz de sorprendernos. Os dejo con la toma que ha desencadenado esta entrada en el blog: