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La Muerte de una Estrella SuperGigante

Por Ciencia
La Muerte de una Estrella SuperGigante Un equipo de la Universidad de Warwick acaba de ser testigo de una gigantesca explosión en el espacio. Excepcionalmente potente y con una serie de características nunca vistas hasta ahora, los investigadores creen que se trata de la violentísima muerte de una estrella supergigante. El trabajo acaba de ser presentado en el Simposio sobre GRB (Gamma Ray Burst, o emisiones de rayos gamma) que se celebra estos días en la localidad de Nashville, en Tennessee. Los GRB son responsables de las mayores emisiones de energía de todo el Universo. La explosión generó una serie de poderosas oleadas de energía, en forma de rayos gamma, solo que de una intensidad y duración inusitadas. De hecho, en lugar de durar pocos minutos, como es habitual, los “chorros” de radiación se prolongaron durante horas. El primer ejemplo de estas titánicas explosiones fue observado por los astrónomos el día de Navidad del año 2010, pero en aquella ocasión no pudieron medir con exactitud la distancia y por tanto el fenómeno quedó envuelto en el misterio. Desde entonces, han estado “a la caza” de un nuevo fogonazo de este tipo para tratar de averiguar su origen. Por ahora, y con el trabajo aún en marcha, se abren paso dos posibles explicaciones: La primera apunta a un asteroide hecho pedazos por la intensa gravedad de una estrella de neutrones en nuestra propia galaxia; la segunda apunta mucho más lejos, a una explosión de supernova extraordinariamente potente y a una distancia de unos 3.500 millones de años luz. Dicho con otras palabras, los investigadores no saben aún si se trata de un simple petardo que ha explotado a un par de metros o de una bomba nuclear detonada a miles de km. de distancia. El estudio, liderado por Andrew Levan, de la Universidad de Warwick, ha recopilado datos de toda una serie de estas inusuales explosiones espaciales y sostiene que la que se produjo el día de Navidad de 2010 tuvo lugar en una galaxia mucho más lejana aún de lo que las teorías sugerían hasta ahora. Utilizando los datos del Telescopio Gemini, en Hawaii, los investigadores calcularon que esa emisión gamma tan extraordinariamente larga tenía un corrimiento hacia el rojo mucho mayor que lo previamente calculado, lo que la situaba en una galaxia a cerca de 7.000 millones de años luz de distancia. Es decir, en un Universo que tenía cerca de la mitad de su edad actual.

Explicación alternativa

Basándose en esa idea, Levan y sus colegas han elaborado una explicación alternativa para tratar de comprender el fenómeno. En efecto, sugieren que este tipo de “chorro” de energía tiene su origen en una estrella supergigante (por lo menos veinte veces más masiva que el Sol), que evoluciona para convertirse en uno de los objetos más grandes y brillantes de todo el Universo, con un radio estimado de más de 1.000 millones de km. (unas mil veces más que el Sol). Los científicos creen que las emisiones de rayos gamma detectadas se deben a la explosión de este gigante estelar en forma de supernova. Algo que contradice las teorías actuales. De hecho, hasta ahora se pensaba que mayor parte de las estrellas que son capaces de emitir chorros de rayos gamma eran relativamente pequeñas y densas, de forma que la explosión que las destroza cuando se convierten en supernovas apenas tarda unos segundos en aflorar desde el centro a la superficie del astro moribundo. Pero en el caso de estas superestrellas la explosión tarda mucho más tiempo en propagarse a través de la estrella, lo que explicaría las emisiones gamma de larga duración detectadas por los investigadores. En palabras del propio Levan, “Estos eventos se encuentran entre las mayores explosiones de la Naturaleza, y solo ahora hemos empezado a detectarlas. Lo que demuestra que el Universo es mucho más violento y variado de lo que habíamos imaginado”. “Antes -prosigue el investigador- habíamos encontrado un montón de explosiones de rayos gamma de muy corta duración, pero en el último par de años hemos empezado a vislumbrar la foto completa”. Por su parte, Nial Tanvir, profesor de la Universidad de Leicester y segundo autor del estudio, añade que “creemos que lo que alimenta estas explosiones es un agujero negro recién formado en el mismísimo corazón de la estrella. Lo más sorprendente es que la naturaleza parece haber encontrado la forma de eliminar un amplio número de estrellas de la manera más dramática y violenta”.
Fuente: abc ZONA-CIENCIA

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